Una juez de control regional determinó que la Fiscalía especializada en temas LGBTIQ incurrió en omisión y negligencia tras desdeñar la denuncia de una persona, víctima de actos inhumanos, a quien además se le revictimizó sin saber la diferencia entre VIH y el Sida.
La Juez de Control de la Región Judicial Centro, Rosario Ivón Rivera, ha ordenado reabrir el caso de la homofobia y serofobia de la empresa de autobuses Estrella Roja; luego de que la Fiscalía de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos, Unidad Especializada en Investigación de Delitos Cometidos contra la Comunidad LGBTTTIQ, desdeñara la denuncia de una víctima.
Recordemos que Carlos Escobar, ex trabajador de Estrella Roja, levantó la voz para exigir justicia por la homofobia y discriminación de la empresa de transporte, misma que emprendió una campaña de odio en su contra por su orientación sexual y por ser portador de VIH.
Al presentar su denuncia ante aquella fiscalía especializada en delitos contra de la diversidad sexual, Sergio Ortiz, autoridad ministerial, determinó que "no hubo delito que perseguir"; e incluso, ignoraba la diferencia entre el VIH y el SIDA, por lo que justificó a Estrella Roja por sus actos inhumanos:
"En la primera entrevista, cuando relaté los hechos de discriminación el MP me dijo: -el problema es que no te aceptas, tú eres el problema. Debes considerar que si tu empresa hizo todo eso es pensando en tus compañeros-. Tuve que explicarle al MP qué es el VIH, cómo se transmite y por qué yo no era un peligro”, relató la víctima al diario La Jornada.
A raíz de de esto, la defensa de Carlos logró impugnar la resolución y solicitó la revisión del proceso; por lo que el caso llegó a la jueza regional.
En ese sentido, la repartidora de justicia determinó que el Ministerio Público, de aquella fiscalía "especializada", incurrió en omisiones, negligencia y revictimización de la víctima, dejándola sin protección y vulnerabilidad. Asimismo, impuso al funcionario un plazo con límite al 27 de mayo para retomar el proceso, analizar las pruebas, corregir y enmendar su determinación
Y es que durante la audiencia, el Ministerio Público acusó de desinterés a Carlos ante la Jueza de Control. En replica, la repartidora de justicia sentenció:
“Si Carlos está aquí presente es que sí le interesa… por eso promovió este juicio, por eso buscó un abogado externo”. Y es que la fiscalía nunca le proporcionó apoyo ni a acompañamiento a la víctima.
Ahora, Sergio Ortiz ha sido obligado a determinar si existe o no delito que perseguir en contra de los agresores de Carlos, cuyas penas por el delito de discriminación oscilan entre uno a tres años de cárcel.
Los hechos
Carlos trabajaba como asesor comercial del centro de atención telefónica, en al área de Call Center; tras divulgarse su estado serológico, inmediatamente fue aislado del resto de sus compañeros, arrinconando su área de trabajo bajo un ducto de aire acondicionado que posteriormente provocó secuelas en su salud.
Sus jefes inmediatos y compañeros comenzaron a humillarlo, a ridiculizarlo; a cometer actos degradantes e inhumanos por su orientación sexual, condición de salud y apariencia física.
Carlos relata que la gerente de su área (identificada como Elizabeth C.) se dirigía a él con calificativos como "sidoso”, “loca” e incluso le advertía: “te vas a morir”; sus jefes le negaban los permisos que necesitaba para acudir a sus consultas médicas, e incluso sus compañeros de trabajo se unían a las mofas en contra de él al entregarle una taza con la bandera del orgullo gay plasmada y la leyenda "canela", un apodo despectivo para referirse a su tono de piel.
Conoce todos los detalles:
