Ley Agnes aprobada; el activismo hizo historia y doblegó al Congreso

Aunque dos legisladoras respaldaron, las fanfarrias no son para ningún diputado sino para las colectividades que por años lucharon por justicia e igualdad. Entre lagrimas, consignas y música, la memoria de Agnes Torres fue honrada y el derecho a la identidad fue celebrado.

por Zvezda Ninel

Treinta y cuatro votos a favor, cero en contra y seis abstenciones fueron las cifras que marcaron la aprobación en lo general de la Ley Agnes de Identidad de Género Autopercibida, un vital avance para los derechos humanos de miles de personas trans en Puebla.

Una votación que se da con 10 años de retraso porque dos legislaturas panistas morenovallistas la condenaron a la congeladora, y por dos años y cinco meses la LX Legislatura, de mayoría morenista, la mantuvo en ese mismo abandono hasta que una tenaz batalla social de feministas y defensores y defensoras de los derechos humanos de la diversidad doblegaron las reservas conservadoras y la indolencia del Congreso

La aprobación de la reforma de ocho artículos (73;76; 291; 397; 401; 831; 854 y 1432) y la adición al 875 Bis y 875 Ter representan una victoria labrada por el compromiso y sacrificio de muchas y muchos luchadores sociales. Es un logro ciudadano que honra la vida de una mujer que fue víctima de un cruel odio, pero ahora está inmortalizada en la ley gracias a años de esfuerzo que culminaron la toma feminista del edificio del poder legislativo que, solidaria con las todas las otredades en búsqueda de derechos, no sólo llevó la mano de la Jucopo a firmar compromisos de atender, no sólo la violencia de género y la posibilidad de despenalizar el aborto, sino también la aprobación de la Ley Agnes.

El cumplimiento de este compromiso llegó 10 días fuera de su plazo, y no se hubiese logrado si el activismo no hubiera arriesgado la existencia en medio de la pandemia y si no hubiera advertido que iría mitin por mitin durante el ya muy cercano proceso electoral a decir fuerte y claro los nombres de quienes traicionaran a la población trans.

Gracias a esta presión social el viernes 19 las comisiones unidas por fin se determinaron a revisar y aprobar el proyecto de dictamen que tenían detenido y que fue presentado por las morenistas Estefanía Rodríguez Sandoval y Vianey García.

El martes 23 iniciaron la discusión en el pleno pero habiendo programado esta discusión hasta el punto 16, la sesión se prolongó hasta este jueves 25 en que fue pasada al punto número 4.

A las 11:36 de la mañana comenzó la sesión y a los pocos minutos el diputado Héctor Alonso Granados toma la palabra arremetiendo contra el acta de la jornada anterior, la cual consignaba un discurso de odio en el dijo cosas como que los homosexuales no son "ciudadanos de verdad, de carne y hueso".

Pese a esa interrupción los primeros tres puntos avanzaron rápido y al inicio de la discusión del punto 4 sobre la Ley de Identidad, a petición de Vianey García, se guardó un minuto de silencio Agnes Torres.

Mientras eso ocurría dentro del Congreso, afuera las colectividades escuchaban la sesión mediante una bocina y celulares, mientras más activistas ondeaban banderas del orgullo en el zócalo.

Sin perder tiempo, Héctor Alonso volvió a las andadas y arremetió en un nuevo estallido transfóbico al referirse a la Agnes Torres como "señor" y calificar de "crímen pasional" su asesinato. un discurso de odio al que Vianey García evidenció como el tipo de palabras que han escuchado cientos de personas antes de ser ejecutadas.

También la diputada Estefanía Rodríguez reaccionó y anunció que presentará una nueva denuncia por discriminación contra este legislador que ya ha sido corrido de dos bancadas por sus actos de misoginia.

José Juan Espinosa tomó la palabra para señalar que la aprobación de la Ley Agnes "no es una graciosa concesión demos hombres y mujeres en el poder" sino un producto "únicamente de los colectivos que arrodillaron al Congreso". Y agregó que, respaldando totalmente la aprobación ese mismo día de la ley, coincidía con la diputada Rocío García Olmedo en que era necesario hacer una serie de correcciones en ese momento.

Sin coincidir con Alonso Granados en que inevitablemente la ley sería frenada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como ocurrió en otros estados con procesos similares, la priista precisó que efectivamente era recurrible como inconstitucional por tocar procedimientos, pero señaló que eso podría solucionarse fácilmente aplicando un paquete de 14 propuestas modificatorias presentadas por ella y que, con 13 votos a favor, 8 votos en contra y 4 abstenciones fueron aprobadas.

Tras la oleada de críticas que recibió su ataque de odio a la memoria de Agnes Torres, Héctor Alonso hizo una nueva intervención en la que dejó de llamarla hombre, pero insistió en afirmar que su ejecución y tortura fueron un "crimen pasional", después declaró no ser homofóbico, sino simplemente una "persona analítica" que busca que "prevalezca" la familia heterosexual. Y posteriormente trató de volver a detener el ritmo favorable del dictamen apelando a la ayuda de diputados y diputadas que anteriormente se pronunciaron contra esta ley pero que en esta sesión se presentaron en lo que pareció ser una buena lectura de la opinión popular y sus posibles repercusiones en las próximas elecciones.

Ni siquiera la panista Mónica Rodríguez Della Vecchia, la única integrante de la Jucopo que se negó a firmar compromisos se atrevió a dar discursos tan descaradamente homofóbicos como los de Héctor Alonso, aunque sí trató de desviar la discusión y prolongarla, además de perder tiempo en una acusación contra el partido Morena por no pronunciarse sobre el caso del aspirante a la gubernatura de Guerrero, Félix Salgado Macedonio; una divagación cortada por la diputada Vianey quien la tildó de hipócrita por fingir interés por la vidas de las mujeres y señalar supuestos errores en la Ley Agnes, cuando dos legislaturas panistas no actuaron en favor de las mujeres ni se preocuparon por alistar la Ley de Identidad para su aprobación, sino que, por el contrario, la enterraron.

Después de una intervención de Estefanía Rodríguez sobre la vida de Agnes, que fue calificada en redes como el discurso más conmovedor del día, la sesión prosiguió con relativa lentitud mientras se revisaba el paquete de modificaciones propuesto por García Olmedo; un tema que generó polémica entre las colectividades, pues algunos consideraron que fueron presentadas con afán de protagonismo y de quitarle efectividad a la ley o incluso postergar su aprobación, mientras que otros lo consideraron muy necesario y positivo.

Finalmente la aprobación en lo general de la Ley Agnes dio píe a una merecida fiesta de la lucha social. La gente estalló en jubilo, el periodista Luis Fernando Soto, al igual que las colectivas como Coatliue Siempre Viva y la Coordinadora Feminista de Puebla compartieron bellas fotos del cálido momento de victoria.

En redes la alegría se extendió y frente al Congreso el activista y periodista Tuss Fernández, fue levantado en brazos por la también defensora de derechos Gaby Chumacero y otra joven vestida de verde feminista que levantó el puño con orgullo.

Al ritmo de "Born This Way" de Lady Gaga, la voz de Gloria Trevi y "We Are The Champions" de Queen, las colosales barderas tricolores de esta lucha marcharon rumbo al zócalo mientras se coreaban consignas de victoria y memoria:

¡Si Agnes viviera, con nosotros estuviera!

¡Si se pudo!

¡En tu cara Héctor Alonso!

¡Derechos iguales a personas transexuales!

¡Todas las personas, todos los derechos!

Y el poderoso y alentador grito:

¡AGNES VIVE!