El canciller alemán, Friedrich Merz, reafirmó este domingo en Jerusalén un compromiso fundamental de su gobierno: la defensa de la existencia y la seguridad de Israel. Esta declaración, cargada de simbolismo y significado, tuvo lugar en el emblemático memorial del Holocausto Yad Vashem, un lugar que representa la memoria colectiva de un pueblo que ha sufrido profundamente a lo largo de la historia.
Durante la ceremonia, Merz depositó una ofrenda floral, un gesto que no solo honra a las víctimas del Holocausto, sino que también subraya la «responsabilidad histórica» que Alemania tiene debido a los crímenes atroces cometidos por el régimen nazi.
Este viaje a Israel marca la primera visita oficial de Merz desde que asumió el cargo, un momento crucial que busca restablecer la relación bilateral entre Alemania e Israel, la cual ha estado tensa en los últimos meses, especialmente a raíz de la Guerra en Gaza y las críticas internacionales sobre las acciones militares de Israel. La situación en Gaza ha suscitado un debate global sobre los derechos humanos y la seguridad, y Merz parece decidido a abordar estos temas con un enfoque equilibrado.
En su encuentro con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien actualmente enfrenta una detención internacional, el canciller alemán expresó su firme apoyo a los esfuerzos dirigidos a avanzar hacia la segunda fase del alto el fuego en Gaza.
Además, respaldó el plan propuesto por Estados Unidos para mitigar la escalada del conflicto, lo que demuestra un compromiso claro con la diplomacia y la paz en la región. Merz, al mismo tiempo, reiteró el derecho inalienable de Israel a defenderse frente a amenazas externas.
La visita de Merz también incluyó conversaciones con Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Palestina. Durante este diálogo, el canciller alemán instó a Abás a llevar a cabo reformas que permitirían a Palestina desempeñar un papel activo en la reconstrucción política del territorio una vez que la guerra llegue a su fin. Este llamado a la acción subraya la importancia de la gobernanza y la estabilidad en la región, sugiriendo que el futuro de Palestina y de Israel está intrínsecamente ligado a la capacidad de los líderes para trabajar juntos hacia una solución pacífica.
Este viaje se produce en un contexto en el que Alemania ha decidido levantar un embargo de armas que había impuesto a Israel en agosto. Esta decisión de reanudar la cooperación en defensa se basa en la conclusión de que no existen divergencias fundamentales en la relación estratégica bilateral entre ambos países. Con esta acción, Berlín busca no solo reafirmar su apoyo a Israel, sino también equilibrar su compromiso histórico con el país y su intención de influir en una salida diplomática al conflicto.
A través de esta gira, Alemania se posiciona como un actor clave en los esfuerzos internacionales orientados a estabilizar la región, mostrando su deseo de ser un puente entre las naciones y un defensor de la paz. La complejidad de la situación en el Medio Oriente requiere un enfoque matizado y comprometido, y el gobierno de Merz parece estar dispuesto a asumir ese reto, reconociendo la necesidad de un diálogo constructivo y de acciones que promuevan la reconciliación y la paz duradera.











