La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se unió a mandatarios como Xiomara Castro y Gustavo Petro, en la condena al ataque denunciado por el expresidente boliviano Evo Morales. Otros líderes izquierdistas, como Lula da Silva, han guardado silencio, pero el Grupo de Puebla, al cual pertenece, calificaron al episodio de intento de magnicidio y exigieron un esclarecimiento. El gobierno de Luis Arce acusa a Evo de montar un «teatro».
A un día de que Evo Morales, expresidente de Bolivia, denunciara que sufrió un atentado contra de su vida, cuando el vehículo en el que viajaba por una carretera de la región cocalera del Chapare rumbo a un programa radial fue tiroteado, resultando herido su chofer, el gobierno de Luis Arce, en boca de su ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, acusa a la seguridad de su rival político de haber disparado en contra de policías que estaban haciendo anti narcóticos en el departamento de Cochabamba.
«Señor Morales, nadie le cree el teatro que ha realizado», dijo Del Castillo, en una conferencia de prensa que ofreció para brindar detalles de los sucedido.
Sin entrar en debates sobre la rivalidad actual entre el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) y su ex aliado Luis Arce, gobiernos latinoamericanos como el de Cuba, Colombia, Honduras, Venezuela y México condenaron el ataque, expresaron su solidaridad hacia Evo e hicieron llamados a que impere la paz.
“Por supuesto que lo condenamos (el ataque). Nuestra solidaridad con Evo Morales y siempre (hacemos) un llamado para evitar la violencia, siempre”, apuntó la mandataria de México, Claudia Sheinbaum Pardo, durante su conferencia de prensa matutina.
Por otra parte, ha llamado la atención el silencio del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien no ha emitido un sólo mensaje sobre el caso, sin embargo, es miembro fundador del Grupo de Puebla, el cual ya se manifestó condenando el ataque y calificándolo de intento de «magnicidio», similar al ocurrido en 2022 contra la ex presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
Finalmente, una voz distinta a la del eje de izquierda que ha sonado en favor de Evo Morales, es la del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien se sumó al repudio internacional señalando en redes sociales que «la violencia no tiene lugar ni justificación en la política, ni en ninguna sociedad».
