La tarde de este domingo, la concentración convocada frente a la Fiscalía General de la República (FGR) para exigir la liberación de Luna N, Vico N, Fer N y Viry N, cuatro integrantes de la colectiva feminista Morras Sororas Históricas e Histéricas que fueron detenidas el sábado 30 de agosto, al finalizar una marcha por el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, se tornó en un recibimiento, pues, gracias a la presión mediática y social, y a la intervención de la Secretaría de las Mujeres, Citlalli Hernández Mora, las activistas fueron excarceladas para seguir en libertad su proceso por presunto daño al patrimonio contra la fuente de San Miguel, del zócalo de Puebla.
La liberación de las cuatro activistas se logró bajo la figura del artículo 140 del Código Nacional de Procedimientos Penales, y por el momento no se ha concretado fecha de audiencia, ni se ha acordado algún acuerdo reparatorio por los daños -si bien esta es una perspectiva planteada por Ministerio Público como posible desahogo del caso-, pues aún no se tiene la cuantificación final del daño y está en desarrollo la posibilidad de que el INAH y la Gerencia del Centro Histórico de Puebla desistan de sus respectivas denuncias por el acto de iconoclasia.
Tanto las jóvenes liberadas, como sus abogados, familias y las activistas presentes al momento de su liberación, agradecieron la atención al caso brindada por la Federación, a través de Citlalli Hernández y el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, así como a todos los movimientos estatales y nacionales que denunciaron los excesos que cometieron los agentes de la Policía Estatal y Municipal de Puebla durante las detenciones, así como las violaciones a los Derechos Humanos que se dieron en las horas posteriores.
Las detenidas fueron desaparecidas por casi seis horas
La detención de las cuatro feministas ocurrió al cierre de una marcha realizada en el marco de una jornada global de lucha contra las desapariciones forzadas, que a lo largo de todo el sábado motivó diversas movilizaciones en la capital poblana.
El contingente convocado por su organización, no tiene vínculos con las dos marchas realizadas por la mañana por diversos colectivos de búsqueda de familiares de víctimas; sino que se trató de una movilización independiente que fue citada a las dos de la tarde frente a la Fiscalía del Estado, avanzó hacia la sede de la Comisión Estatal de Búsqueda y marchó por el bulevar 5 de Mayo hasta llegar al zócalo de Puebla, en donde realizaron el acto de iconoclasia de desbastar un pedazo de la fuente.
Al ser detenidas cuatro de las manifestantes, los y las agentes cometieron varios actos fuera de protocolo, como el uso excesivo de la fuerza para someterlas, el bloquear el trabajo de la prensa que documentaba los acontecimientos y el hecho de que el sometimiento y el acompañamiento en las patrullas no fue realizado estrictamente por oficiales de género femenino.
Posteriormente, se dieron otras irregularidades, habiendo sido la más grave la desaparición, durante casi seis horas, de las detenidas; pues, gracias al seguimiento que realizaron defensoras de derechos, se supo que fueron llevadas a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Municipio de Puebla e Rancho Colorado y de allí se les trasladó a la FGR, pero su paradero oficial no fue notificado a ninguna de sus familias o personas de confianza hasta después de las 10 de la noche.
Organizaciones como el Nodho de Derechos Humanos, la Red Plural de Mujeres de Puebla, la Red Puebla de Periodistas, la Barra Libre de Abogados Democráticos de Puebla, el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos de Puebla y Tlaxcala, el Centro de Estudios sobre la Pobreza Rubén Jaramillo y la Colectiva por el Derecho al Cuidado y una Vida Libre de Violencia, Resistencia MX y Mamás en Revolución, el Colectivo APP de Derechos Humanos, We are womens on fire, el Contingente Universitario y Voces Revolucionarias, condenaron las actuación policiaca.
Las presiones de todos estos grupos, más la de activistas y funcionarías de instancias municipales, estatales y nacionales, permitieron que a lo largo de la noche se retomara la comunicación con las cuatro detenidas, las cuales dieron cuenta de que durante las horas que estuvieron retenidas se les privó de derechos básicos como el acceso al agua y al uso de servicios sanitarios; además de que dos de ellas pasaron horas sin poder acceder a medicamentos que requieren.