El conflicto bélico entre Israel e Irán ha desviado el foco del genocidio de la Franja de Gaza. Un genocidio, así calificado por la ONU, que ha dejado más de 56 mil muertos y todo el territorio destruido, incluyendo infraestructura importante como hospitales y escuelas.
La situación en Gaza ha desatado actos calificados de crímenes contra la humanidad, como el asesinato de 410 palestinos a manos del ejército israelí desde el 28 de mayo en puntos de distribución de alimentos organizados por la ONU.
La hambruna es una de las principales armas que Israel utiliza en la limpieza étnica del territorio, disparando a la gente que intenta conseguir comida.
Estos sucesos han impulsado a todo el mundo a levantar la voz por Palestina, incluyendo a algunos líderes religiosos judíos que se han pronunciado contra este genocidio y han criticado el papel de Estados Unidos en el conflicto.
Recientemente, durante la celebración del Corpus Christi en Mortora, Italia, un párroco de nombre Don Rito Maresca denunció la asolación de Gaza portando una túnica de misa con los colores de la bandera de palestina. Más que una provocación, su vestimenta representa un acto simbólico y un llamado a alzar la voz ante la violencia. Desde su lugar como líder religioso, Moresca denunció los crímenes contra Gaza y la indiferencia internacional, expresando que no podemos guardar silencio ante la masacre de inocentes que está sufriendo el pueblo palestino.
«La fe no puede ser neutral ante la violencia» expresó el párroco, reconociendo que la misa podría ser «poco apropiada» para algunos. Pero de esta forma ha levantado la voz y criticado el contexto actual, en el que Israel exporta la guerra a Irán mientras el mundo se olvida del sufrimiento del pueblo palestino. «La misa que celebro es impura, manchada de sangre. Pero es allí donde está Cristo: con los condenados, no con los poderosos», ha enunciado el párroco.
Este llamamiento forma parte de la línea del Papa León XIV, quien pidió detener de inmediato la guerra en Gaza, advirtiendo sobre el riesgo de que el sufrimiento de la población civil quede en el olvido. Durante el rezo del ángelus, el líder de la Iglesia católica destacó la urgencia de atender la crisis humanitaria, no solo en Gaza sino en otras regiones afectadas por la violencia.El pontífice subrayó que “cuando está en juego la dignidad humana, no hay justificación para los conflictos”, y remarcó que la guerra lejos de resolver los problemas, los agrava. “Ninguna victoria militar podrá compensar el dolor de una madre, el temor de los niños ni el futuro arrebatado a generaciones enteras”
