A partir de ahora, el cuidado animal será una responsabilidad del Estado, pues recientemente la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad reformas que establecen su protección a nivel constitucional.
Con una mayoría calificada de 450 votos a favor, la decisión establece que el bienestar de estos seres sintientes deberá ser coordinada entre los gobiernos federal, estatal y municipal; además, estipula que se legislará para un trato justo y digno, al reconocer su importancia en la vida de las personas y el entorno.
Con ello, serán modificados el artículo 4, que prohíbe explícitamente el maltrato a los animales; y el 73, que otorga al Congreso la facultad de legislar para crear normativas efectivas que protejan a los animales en todo el país.
Asimismo, el artículo 3 para que la educación sobre protección animal sea parte de los planes de estudio en todas las instituciones educativas.
Al respecto, la diputada Merilyn Gómez Pozos calificó la reforma como una declaración de principios que eleva la protección animal a un nivel constitucional, mientras que otros legisladores señalaron que este cambio también fortalece el marco normativo existente.
Ahora, las reformas serán enviadas al Senado de la República para su ratificación, donde se espera que las modificaciones sean aprobadas antes de finalizar el año.
ANIMALISTAS PIDEN REVISIÓN
Aunque la decisión ha sido aplaudida por organizaciones pro animales, asociaciones como el Movimiento Animalistas de Puebla han pedido que, previo a pasar a la siguiente etapa en el Senado, se hagan algunas revisiones del artículo segundo transitorio de la aprobada ley constitucional.
En comunicado firmado por cerca de 140 asociaciones, pidieron que se reconsideren conceptos como «Naturaleza, características y vínculo con las personas», «Utilización de ejemplares de vida silvestre en espectáculos con fines de lucro», «plaga» y la omisión del reconocimiento de los animales como «seres sintientes».
Ello porque, consideraron que el planteamiento actual podría generar retrocesos.
«Si bien, valoramos el progreso que esta reforma presidencial representa en cuanto a «protección animal», es imprescindible omitir estos conceptos para lograr una defensa efectiva y prevenir interpretaciones que puedan debilitar los avances legislativos en bienestar animal, o incluso revertir logros previos», dicta el documento.