En una maniobra que muchos califican como un ataque deliberado a la memoria LGBTQ+, la administración de Donald Trump ha ordenado retirar el nombre de Harvey Milk —pionero activista y primer político abiertamente gay elegido en Estados Unidos— del buque de la Marina de los EE. UU. que llevaba su nombre, ahora renombrado como USNS Oscar V. Peterson.
Harvey Milk, elegido en 1977 para el Ayuntamiento de San Francisco, fue un faro de visibilidad, impulsando campañas contra la discriminación y promoviendo la bandera arcoíris como símbolo colectivo.
Su legado había sido honrado en 2016, cuando se le bautizó un navío en reconocimiento a su labor, honroso para un veterano que sirvió durante la Guerra de Corea a pesar del riesgo de ser expulsado por su orientación sexual.
Tras la decisión, organizaciones LGBT+ como la Harvey Milk Foundation la calificaron de “vergonzosa” y parte de una estrategia sistemática para “borrar las contribuciones LGBTQ+”.
Varios líderes demócratas —Nancy Pelosi, Gavin Newsom y el senador Padilla— han denunciado esta acción como una afrenta a los valores patrióticos y al legado de los veteranos LGBTQ+.
No es un caso aislado: esta medida encaja en un plan coordinado para eliminar referencias LGBTQ+ de la esfera pública:
- La Orden Ejecutiva 14168 (20 de enero de 2025) definió género solo en términos biológicos, eliminando menciones oficiales a recursos trans y bloqueando atención de género.
- Organismos como el Servicio de Parques Nacionales borraron menciones a personas trans y bisexuales de la página oficial del Monumento de Stonewall.
- La administración Trump ha impulsado órdenes para rescindir programas DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión), despidió empleados y eliminó recursos federales de apoyo a racial, sexual y de género.
Académicos y activistas coinciden: estamos ante algo más que simbología. Para Marc Stein (San Francisco State University), este acto representa una estrategia para “quitar la visibilidad” de la historia LGBTQ+, advirtiendo que los ataques no se limitan solo a los derechos trans.
Cleve Jones, amigo de Milk, lo condena como “insulto cruel y tonto”, una cortina de humo mientras se discuten temas graves como recortes en Medicaid o la guerra en Gaza.
La decisión de Trump no es un simple “ajuste de nombres”; es parte de una ofensiva en toda regla contra la visibilidad y los derechos LGBTQ+. Bajo la excusa de retirar “política de la denominación de barcos militares”, este gesto representa un ataque simbólico a la memoria colectiva y los logros de medio siglo de activismo. Si se permite este borrado histórico, el momento exige vigilancia activa y resistencia organizada para que la historia de figuras como Harvey Milk no se desvanezca ante el revisionismo político.