marzo 31, 2025 5:41 am
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Sobrevivientes y no víctimas: la lucha de mujeres periodistas en Afganistán

Zan Times es un espacio de denuncia, una llama de libertad donde mujeres periodistas de Afganistán denuncian la continua violación de derechos humanos por parte de los talibanes y documentan la cotidianeidad de las mujeres como un acto de resistencia.

El gobierno talibán prohibió a las estaciones de radio de la región de Kandahar difundir voces de mujeres. Meses antes ya habían prohibido que hablaran en público y mostraran su rostro, además de que no pueden viajar o estar en la calle sin un tutor masculino, asistir a escuelas secundarias ni a la universidad y la mayoría tampoco puede trabajar. A pesar de estas políticas que las silencian, las mujeres de Afganistán han encontrado formas de resistencia y expresión, las cuales son visibilizadas desde el periodismo en redes sociales, un rinconcito de libertad y denuncia.

Zan Times es un medio digital conformado principalmente por mujeres periodistas, tanto exiliadas como las que aún viven en Afganistán. Entrar a su página web es impactante y revelador por sí mismo. Aún sin leer las notas; las fotografías. Mujeres mostrando el rostro cocinando juntas, mujeres con el puño arriba, hablando frente a un micrófono y arregladas con colores que transmiten su esencia. Luchando por resistir y gritar en un país que pareciera querer borrarlas.

En contraste están las noticias internacionales. Si escribes en el buscador de google «Mujeres Afganistán» aparecen de inmediato: las prohibiciones, el silenciamiento, golpes, torturas, desamparo, mujeres convertidas en «sombras sin rostro ni voz». De inmediato se reafirma el daño. Esas imágenes que son publicadas en las noticias y redes sociales de mujeres cubiertas que no se ven como cuerpo, como ser, como una identidad. Esas imágenes convertidas en palabras y conceptos replicados que conducen a una recepción de indiferencia e insensibilidad.

Pero ya lo dijo la periodista Zahra Nader, fundadora de Zan Times, las mujeres afganas no son víctimas. Son sobrevivientes. Son luchadoras que defienden sus derechos y necesitan el apoyo del mundo. Así siendo congruente con sus ideas y con la responsabilidad que, según sus palabras, tienen las mujeres que vivieron el periodo pos talibán (2001-2021), surge Zan Times. Un pedacito de libertad habitada. Una llama de voz en medio de un silencio impuesto.

Desde que se reincorporó el gobierno Talibán en 2021 se decretó que aunque las mujeres son seres humanos y no propiedades no son «consideradas dignas de igualdad con los hombres». Por lo anterior el decreto que aborda los derechos de las mujeres no está dirigido a ellas sino a los hombres y sólo se reconocen cinco aspectos con relación al matrimonio. Los derechos básicos de cualquier ser humano no fueron siquiera mencionados y con sus prohibiciones, que no se detienen, van desapareciendo poco a poco.

Es así como para las mujeres de Afganistán las redes sociales parecen haberse convertido en un territorio de protesta y mínima libertad. En 2024, cuando los talibanes les prohibieron hablar y mostrar sus rostros en público, mujeres afganas grabaron su rostro y canto en contra de esta política que pretende borrarlas simbólicamente de su entorno más cercano, del espacio que habitan y viven.

De una forma similar puede observarse al periódico digital Zan Times. Un espacio un poco más delimitado y menos efímero dentro del inmenso territorio que implican las redes sociales y que suelen responder a la inmediatez y censura del algoritmo. En Zan Times la denuncia es el centro. Comenzando de una forma, un poco más convencional, con un archivo que hasta el momento registra el arresto de 34 mujeres, el asesinato de 14 y 1 desaparición. Pero la riqueza de esta página está en lo profundo, en las historias particulares.

Se despliegan cientos de ellas. La realidad oculta detrás de los titulares de medios internacionales. La vida de las mujeres con esas políticas opresivas que se difunden mundialmente, deslindando transgresiones a su integridad. Por ejemplo, la prohibición de que las mujeres anden en la calle sin un tutor masculino puede conducirlas a la muerte ya que no pueden ser atendidas en un hospital si no van acompañadas de un hombre sin importar el grado de la urgencia médica. Así lo narró Zarin a las reporteras Sana Atif y Freshta Ghani, su hija y nieto murieron porque, al no estar acompañadas de un hombre, no recibieron una pronta y eficiente atención médica.

En Zan Times, las denuncias no se detienen. Se exhiben las violencias de los talibanes a las mujeres, los matrimonios forzados, el ataque sistemático a mujeres con participación política y, entre otra cosas, se investiga a fondo algunos crímenes encubiertos por los talibanes. Además proponen y responden preguntas que humanizan ¿Qué hace una mujer si la mayoría de trabajos están prohibidos para ellas? ¿Cómo crean las artistas en medio de una prohibición hacia representar seres vivos? ¿A qué prejuicios tiene que sobrevivir una familia dónde la mayoría de personas son mujeres?

Estos cuestionamientos y experiencias en primera persona disipan un poco la nebulosa que parece crear la constante exposición a noticias sobre violaciones a derechos humanos, sin mayor profundidad. Leer y escuchar a las mujeres de Zan Times reafirma lo que ellas expresan en sus textos: no están aisladas del mundo, las transegresiones a sus derechos humanos forman parte de una realidad global donde políticas de utlraderecha van en aumento. Como tal no debe bastar con sus esfuerzos de supervivencia, se requiere de la denuncia y el grito colectivo ante la injusticia. Los talibanes prohibieron las voces de mujeres en estaciones de radio y en la calle ¿el mundo va a esperar a que también les prohibían escribir en redes sociales y ya no les quede nada de libertad?

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