Nealtican vuelve a advertir a SOAPAP: frenan explotación o cierran pozos

“El 9 de diciembre, en Nealtican se reunieron miles de habitantes en la cuarta asamblea de los pueblos cholultecas para exigir el cierre de cuatro pozos gestionados por el SOAPAP, debido a la sobreexplotación del agua que ha afectado la salud y el medio ambiente local. Los asistentes acordaron mantener el cierre de los pozos hasta que se restablezcan los niveles de agua antes de la sobreexplotación”

El pasado lunes 9 de diciembre, se llevó a cabo la cuarta asamblea de los pueblos originarios cholultecas en la defensa del agua y la vida, en donde alrededor de 2 mil habitantes se congregaron en la plaza principal del municipio de Nealtican para acordar el cierre de cuatro pozos que manejaba el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP).

Esta medida fue tomada luego de que por más de 30 años de sobreexpotación de los mantos acuíferos, haya provocado graves consecuencias en la escasez de este líquido vital y el deterioro ambiental, lo que ha afectado directamente la salud de los habitantes de esta zona y de las comunidades aledañas.

Durante esta asamblea se invitó a los representantes del Sistema Operativo de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla, Concesiones Integrales, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y a la alcaldesa, Imelda Gil Osorio, para exigirles información sobre los planes para perforar cinco pozos en el municipio, medida que fue tomada sin consultar previamente a la población. Sin embargo, ninguno de estos organismos se presentó a dicha reunión.

Francisco Castro Grande, uno de los habitantes que convocó a la asamblea, denunció un intento de boicot por parte de la alcaldesa, Imelda Gil, quien presuntamente habría intimidado a los habitantes con la presencia de la policía tras el perifoneo realizado durante el fin de semana para promover la reunión. Además, señaló que tanto el gobierno estatal como el federal interfirieron para evitar que los representantes de los comités de pozos agrícolas asistieran a la asamblea, al convocarlos a una reunión en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

“Los pueblos estamos padeciendo una severa crisis de agua debido al despojo que los centros comerciales, zonas residenciales y empresas realizan en nuestro territorio”, declaró la organización. Los asistentes acordaron el cierre de los cuatro posos utilizados para llevar agua a la ciudad de Puebla, hasta que se restablezcan los niveles de agua previos a la sobreexplotación. Acusando además que este recurso se destina, en gran parte, para abastecer a Lomas de Angelópolis, una de las zonas de mayor plusvalía del estado.

Los pobladores exigieron a las autoridades la reparación del daño y la garantía del acceso al agua potable en el municipio. Además, pidieron que se entregue la documentación relacionada con el acuerdo entre el gobierno estatal y el municipio para la perforación de pozos, que se llevó a cabo tras la represión de una manifestación en la que fueron detenidos varios habitantes.

En el convenio alcanzado este lunes, se estipularon varios acuerdos que fueron respaldados por las firmas de los asistentes, los cuales serán enviados a las autoridades de los tres niveles del gobierno. Uno de estos acuerdos propone que, si el gobierno desea dialogar sobre estos temas, deberá hacerlo de manera pública en la población, esto para evitar nuevas detenciones de los habitantes. Además, se concilió la creación de un Comité integrado por vecinos, representantes de los pozos agrícolas y otras agrupaciones apartidistas del municipio.

“Este año se termina el contrato que el mal gobierno del Estado de Puebla impuso a las comunidades de Nealtican y Acuexcomac. Es por eso que invitamos a todos los pueblos a organizarnos para frenar este despojo y tráfico de agua que el mal gobierno y la empresa «Agua de Puebla, Agua para todos» distribuye a los ricos y criminales del estado”, añadió la organización.

Luego de tres horas de asamblea, la presidenta municipal, Imelda Gil, se presentó en el lugar. A pesar del desaire inicial, afirmó que su ayuntamiento está «abierto al diálogo». Sin embargo, los habitantes señalaron que la presidenta ha dado excusas para no convocar una asamblea con el pueblo en la que se aborde la conclusión definitiva del contrato firmado en 1994.

Ante esto, los asistentes corearon un unísono “¡fuera presidenta, fuera presidenta!”, lo que llevó a la edil, acompañada de algunos regidores y funcionarios, a retirarse del lugar donde se llevaba a cabo la mesa de intervenciones, situada a pocos metros del Palacio Municipal.