Con motivo del Día Internacional de Personas con Discapacidad. El colectivo poblano “Tamaño de mis olas” expuso un manifiesto anticapacitista para manifestarse a favor de los derechos de las infancias con discapacidad.
En el documento, el colectivo social rechaza usar los conceptos, palabras y términos engendrados y adoptados por la sociedad para definir y etiquetar a los niños y personas con discapacidad nacidos en contextos hegemónicos, occidentalizados, colonizadores, capitalistas, religiosos, excluyentes, en el mundo de la blanquitud.

Hace una critica a la diferenciación capacitista, que el sistema político, social y cultural ha establecido, ya que segrega, limita y discrimina a estas personas con el resto.
En el texto se propone el término dis-capacidad para definir para los niños con capacidades diferentes , ya que pueden observar, sentir y hacer, solo que desde otra mirada y otras capacidades, lo que les permite desenvolverse en la vida cotidiana, aunque con una normalidad diferente .
Es por eso que hacen un llamado a médicos, profesionales, profesores, autoridades e investigadores a tratarlos con equidad, pidiendo una ciudad más inclusiva que permita que ellos sean tomados en cuenta a la hora de hacer políticas públicas en pro de la sociedad.
Aquí el texto completo.
MANIFIESTO ANTICAPACITISTA
- Un fantasma anticapacitista recorre la cotidianidad y comienza en las palabras.
Usamos, aceptamos y entendemos lo que llaman discapacidad en el orden
desorden mundial, así como otros términos similares que forman parte del modo
habitual, de la costumbre médica divorciada de lo social, de la doxa capacitista, de
lo políticamente correcto, de la doble moral que recorre el trato político cotidiano
en el lenguaje en pos de la paz social. Términos, palabras, conceptos, como
muchos otros, que han nacido en contextos hegemónicos, occidentalizados,
colonizadores, capitalistas, religiosos, excluyentes, en el mundo de la blanquitud,
del orden y el progreso.
Sin embargo, aunque lo entendemos, no lo comprendemos, no lo usaremos. En
comunidad, en la alteridad, en el colectivo de personas, infancias, jóvenes, adultos
que vivimos en el cuerpo o cercanos al mismo en situación de discapacidad.
Solo deseamos ser llamados por nuestro nombre.
Discapacidad desde lo inteligible, desde lo que es, está, hace y se reconoce.
Cuerpos diversos, a otra velocidad, con otros sonidos, mirando por dentro, con
otros ojos, con intermitencias emocionales que no son las de la “normalidad”.
Discapacidad en el entendido del orden mundial, en la etimología sociohistórica.
de lo fragmentado, de lo apartado. Desde aquellas costumbres que no se
cuestionan, que solo se reproducen.
La dis-capacidad es un concepto en evolución, como lo dice la CDPD.
- Para nosotros, en este momento de la historia, no existe una discapacidad como
determinación, concepto dado y estático, fatalidad o totalidad de la entidad
tangible e intangible que es el ser humano que lo vive. Es el caso de la llamada
parálisis cerebral, discapacidad psicosocial, espectro autista, otros, otras.
Mientras parte o partes del cuerpo sean órganos vivos, en movimiento, más aún,
cuando el niño o niña experimenta, da, infiere, ubica y se ubica, mueve, quita, elige,
decide, siente, expresa, reacciona, prefiere, metaboliza, protesta, saca, tira, discrimina
información, disfruta, indica, niega, localiza, interpreta, reflexiona, externa,
conmueve, dinamiza, interpela, llama, se comunica y/o alguna de estas, entonces
Estamos ante un ser humano en situación de dis-capacidad o diversidad funcional.
neurodivergente o con una circunstancia física agregada.
El cuerpo de alguna de las infancias, con una o varias características físicas.
neurodivergentes o en situación de discapacidad, cuya vitalidad física encuentra
limitaciones o barreras materiales o morales en la realidad social convencional, es lo
que podemos entender como discapacidad. La discapacidad no está en el cuerpo que
Transcurre esta vida, sino en la realidad que fragmenta, estandariza y segrega.
La discapacidad surge en la interrelación de la circunstancia agregada que vive el niño.
o la persona en situación de discapacidad y el entorno que la limita o excluye de
manera directa o sutil.
- La experiencia de la discapacidad no solo es del cuerpo que la vive, sino de todos.
y cada uno de los que vivimos y convivimos con el cuerpo “no normal”
“normalizado” de alguna de las infancias en esta situación
Levantamos la voz pidiendo a médicos, fisioterapeutas, especialistas, profesores,
maestras, directivos, académicos e investigadores para que no pierdan la dignidad, que
No se mercantilicen.
Quien debe ubicarse a la altura del niño(a) o persona en situación de discapacidad es
el que se acerca o el que interactúa con ella o con él. No buscamos un lugar.
¡Sí, un trato equitativo, respetuoso y digno, el que merece todo ser vivo! - Basta de sólo poner letreros, rampas que nadie respeta, centros educativos,
institutos de la discapacidad, lugares para “especiales”, donde existe una perspectiva
vertical reduccionista de entender la vida y no maneras horizontales de entenderla.
discapacidad.
Las ciudades no están hechas para personas en situación de discapacidad, ni para
ancianos, niños o débiles de cualquier forma. Las ciudades están hechas para los
autos, cosas y el consumo. De esta manera, ninguna ciudad, ningún espacio rural o
urbano, ninguna escuela, centro comercial, transporte público, festejo, lugar de
diversión o esparcimiento será un espacio cordial, democrático, sino capacitista y
segregativo, mientras no considere a las infancias o las personas en situación de dis-
capacidad.
- Aquellos madres-padres o familiares que enfrenten solos el tema de la dis-
capacidad, con todo y sus daños: discriminación, falta de apoyos sociales,
capacitismo, inequidad, etc., les deseamos suerte, pero el camino será doblemente
pedregoso, injusto e inequitativo. El camino en pro de los derechos de las infancias y
Las personas con discapacidad viven en colectivo.
No es que vivamos en neurosis permanente frente al orden del mundo, sino que la
patología que permea lo social, que cunde y domina y entorpece la mente de muchos.
médicos, profesionistas, profesores, burócratas, vecinos, etc., que conocen, o se
confrontan con un niño o adulto en situación de diversidad funcional, es el prejuicio.
la ignorancia y el determinismo de una felicidad ficticia donde los derechos humanos
sobran y donde los valores reinantes son los valores de mercado y no la solidaridad.
Actuar en colectivo es la respuesta al acto masificante de discriminar. - Creemos firmemente que muchos de los males y las bondades de estos tiempos
donde no se considera, protege y respeta a las infancias en situación de diversidad.
Funcional, nace en la educación inicial escolar, con las y los profesores. Con ellos y no
con todos.
Un maestro marca para bien o para mal, máxime si es un niño, un niño o niña en
situación de discapacidad. El decirles: no puede, no debe y no sabe son parte de esa
educación tradicional que sigue vigente y que continúa generando ciudadanos
agresivos y sin horizontes.
Toda ayuda, colaboración, apoyo, orientación, acompañamiento que se dé o se
pretenda dar a una niña o niño en situación neurológica-física diferente o en
situación de discapacidad, debe buscar partir de la otredad. Poder establecer una idea
Del “¿quién?” es el niño o niña que tengo aquí, antes del “¿qué?” o del “¿cómo?”.
Profesores, profesoras, no traten con violencia capacitista a las infancias y a sus
Un niño o niña en situación de discapacidad no es un objeto o paciente.
material de estudio per se.
Las personas, las infancias en situación de discapacidad no tienen por qué demostrar.
superación, excelencia o ser superdotados para ser tomados en cuenta. Su situación
No es una enfermedad o una condición que los vuelva sujetos de asistencialismo.
perpetuo, de lástima nacional o del sistema de competencia que domina en las
instituciones, especialmente en la educación escolar.
Las infancias son, aludiendo al filósofo Oscar de la Borbolla, otro cosmos.
- Es fundamental estar alegre. No hay nada más subversivo en la actualidad que una
persona, un niño, un familiar de ellos-ellas en situación de discapacidad, que estar en
alegría. La frustración, el miedo y la velocidad de la modernidad oscurecen vidas.
Los discos se mueven a otra velocidad, a otro ritmo. Los autistas, lentos, sordos,
Ciegos, sobre ruedas, todos van tejiendo otros mundos, otras sincronías, otros sonidos.
Las infancias y adultos en situación de discapacidad no pueden volver del lugar de
donde han sido exiliados, allí donde están, no queda sino pedir lo imposible, como lo
dijo Marcuse.
Pedir lo que ha sido imposible para los convencionales. Ellos con todo y sus grados,
sus cuerpos no fragmentados, sus refrescos de dieta, sus democracias ficticias y el
sólido andamiaje de la normalidad rota, no lo han logrado.
Nosotros lo lograremos. Con toda nuestra diversidad funcional.
¡Derechos humanos, dignidad, respeto, médicos con alma, ciudades para todos!
¡Profesores no capacitistas, equidad!
Lo posible es para los convencionales.
Lo imposible, lo extraordinario, la belleza de la que habla Aute es para nosotros.
Seamos realistas, sonriamos, soñemos; hagamos lo imposible.
“COLECTIVO PRODERECHOS HUMANOS DE LAS INFANCIAS EN
SITUACIÓN DE DISCAPACIDAD, EL TAMAÑO DE MIS ALAS”
Puebla, Pue. 4 de diciembre de 2023