La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) ha rotó su silencio sobre la pretensión del Gobierno estatal de Puebla de construir el Ecoparque La Malinche, al clausurar las obras que ya han iniciado en los bosques del volcán que se encuentran en las juntas auxiliares poblanas de La Resurrección y San Miguel Canoa, pese a la previa clausura que hizo la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), y a la ausencia de permisos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Con esta clausura realizada por la Conanp, ya son tres las instancias federales que impiden el avance de este controversial proyecto que amenaza los recursos hídricos y abre el riesgo de generar un fuerte impacto ambiental, dado que planea construirse en terrenos privados aledaños al Área Natural Protegida (ANP), y, al menos, cuatro hectáreas que están plenamente en esta zona resguardada por la ley.
El pasado 12 de junio, la Conanp concluyó una serie de recorridos de inspección que, a lo largo de tres días, le permitieron documentar las irregularidades que hasta el momento se han cometido por el avance de este parque que carece de una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) aprobada por Semarnat, como el haber violado los sellos de clausura colocados previamente por la Profepa en los árboles de la zona, instalar maquinaria pesada, hacer trazados en la zona protegida y construir un camino de chapopote y murallas.
A pesar de que el gobernador Alejandro Armenta Mier y diversos miembros de su gabinete han dicho repetidamente que la obra cuenta con todos los permisos de ley, la realidad es que la MIA del Ecoparque Tlalli-Malinche se encuentra oficialmente archivada desde el mes de enero, cuando la empresa promotora, Brudeo Solutions Construcción S.A. de C.V., solicitó el desistimiento del trámite ante Semarnat.
