La apropiación del espacio público ha sido clave en la lucha social, en la organización colectiva que a su vez se llega a permear desde la cultura y el arte. La lucha feminista no es la excepción aunque sí de las más estigamatizadas por el simple hecho de que el sujeto disruptivo son las mujeres y diversidades.
Así lo recordó la ponente Melina Amaro Ceniceros, de la Universidad Autónoma de Baja California, quien fue una de las participes dentro del 1er seminario Internacional de Investigación de Grafiti y Arte Urbano llevado a cabo en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades «Alfonso Vélez Pliego» (ICSyH, BUAP).
Durante tres días, este seminario abordó los entrecruces entre el arte y el espacio público, a través de la expresión de murales y grafitis, los cuales, en su mayoría, resultan estigmatizados y sancionados, a pesar del valor que estos acarrean en la lucha colectiva. En particular, desde las colectivas feministas, la expresión gráfica en las calles es siempre catalogada como “vandalismo” y/o castigada por el estado.
En “Disputa por la memoria colectiva: apropiación y transformación del espacio público a través del activismo feminista”, Amaro Ceniceros recordó el término de “artivismo” como herramienta indispensable para el activismo, que no puede ni debe separarse del entrecuce artistico y cultural.
Característica esencial es que este no requiere de la validación de las instituciones, sean académicas o políticas, como tampoco son puramente con propósitos de creación. Así, también nos recordó que en la apropiación de espacios públicos también existen los objetos plásticos que denuncian, ejemplos de gran impacto son los tendederos y las cruces rosas.
«Se ha construido un imaginario en torno al grafitero como un sujeto problemático en cuanto al orden público (…) cuando el sujeto es mujer, se superpone una lectura patriarcal que sancionada la simple ocupación del espacio como prácticas transgresoras que no corresponden al lugar históricamente asignado”
A través de este conversatorio, y sumado a las demás plásticas sostenidas durante este coloquio, se cuestionó y se llamó al replanteamiento de la perspectiva en torno al arte urbano, y en particular al grafiti que se encuentra estrechamente ligado a la subversión y a la denuncia.