Activistas de Empty The Thanks celebraron la aprobación de esta reforma como un primer paso para que sea posible un México sin delfinarios por lo que piden a la cámara de diputados su aprobación definitiva.
El senado de la república avaló la reforma de Ley General de Vida Silvestre para prohibir que mamíferos marinos sean parte de espectáculos fijos o itinerantes. Esto sucede a unos meses de la clausura definitiva del delfinario del hotel Barceló, lo que ha generado el cuestionamiento y exigencia de crear en México santuarios para delfines que fueron explotados.
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La reforma fue aprobada con 99 votos a favor, la cual prohíbe que mamíferos marinos sean utilizados en cualquier actividad que no tenga como fin una investigación científica, de enseñanza o propósitos de conservación y preservación.
«Se propone establecer que los mamíferos marinos dejen de participar en espectáculos donde realicen acrobacias y que el contacto de los delfines con las personas se límite al nado libre supervisado», enunció la senadora Maki Ortíz.
De igual forma, también prohíbe la captura y reproducción de estas especies bajo manejo intensivo, a menos que estas actividades se realicen con fines de reintroduccción, repoblación translocación de las especies.
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Los activistas de la organización Empty The Thanks celebraron el dictamen de los senadores y lo calificaron como histórico, precisaron que la Ley aún debe ser aprobada por la cámara de diputados para que sea oficial. De igual forma expresaron su emoción por lo que podría ser el inicio de una era sin abuso animal.
«Gracias senadoras y senadores, por escuchar a la ciudadanía y dar este paso hacia un México que respete y proteja los mamíferos marinos», agradeció Empty The Thanks en redes sociales.
Es de recordar que aunque el tema de la explotación a mamíferos marinos ha estado latente en México desde hace varios años, recientemente ha tenido una mayor difusión después de que uno de los delfines del hotel Barceló, nombrado como Mincho, se impactara contra el pavimento realizando una acrobacia.
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Después del esfuerzo activista y de personas solidarias, el delfinario del hotel Barceló fue clausurado. Sin embargo, este caso reafirmó que no hay sitios en México donde los delfines y otros animalitos marinos que fueron alejados de su habitat puedan estar seguros, por lo que la lucha continúa con la exigencia de un santuario que garantice su protección.
