Una exposición difundida en fotografías. Desde Bélgica una reunión de países, rostros de infancias, bocas selladas, obstaculizadas de gritar. Agua que inunda, puños al aire, plantas brotando en la adversidad. 185 artistas de 37 países en conversación. Un diálogo desde la lucha y la resistencia. El espacio que cobija todas estas voces es “Miniprint for a cause” una exposición que nació del deseo de intercambio entre artistas de México y Bélgica. Todo parece elegido a través de lo universal. El tema: los derechos humanos. La disciplina artística: el grabado, herramienta de denuncia por excelencia.
“Tolerando las situaciones políticas actuales, nuestros derechos humanos se ven cada día más comprometidos o ignorados”, decía la convocatoria de Belguium International Miniprint for a Cause 2025.
Poco a poco los grabados aparecen accesibles en todo el mundo. Uno o dos por día por medio de redes sociales. Grabados de India, de Estados Unidos, Canadá, Bélgica. Francia y México, esos son lo que están públicos hasta el momento. En esta exposición que reúne denuncia y realidad, participaron mujeres del taller de Gráfica Xonaca conjuntando sus voces y preocupaciones con las de más artistas para formar un reflejo colectivo de resistencia.
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Grabados de DDHH de Xonaca para el mundo
Colores de la tierra que pasan entre el café y el rojizo colorean las caras de un niño y su padre. La mirada del niño es dura, penetrante. La migración no es un acto que se hace de gusto sino conlleva traer a los más jóvenes, a los niños que se involucran desde una temprana edad, me dice Karina Serapio, autora del grabado antes descrito. Me cuenta que el derecho a la migración o el movimiento es un tema frecuente en su obra pues ella lo ha vivido en carne propia. Karina y su familia son migrantes, ellos vivieron varios años en Estados Unidos.

El movimiento que la ha atravesado se nota desde su voz. Sus palabras muestran una gran sensibilidad. Karina explora la migración en su obra porque quiere generar conciencia: es para buscar un lugar mejor. Ahora más que nunca la migración es un tema de alerta, irremediablemente menciona la situación actual entre México y Estado Unidos. Por eso hay que generar más conciencia, me dice firme.
Karina forma parte del taller de Gráfica Xonaca. Ella fue el vínculo para que su grabado y el de nueve de sus compañeras fueran exhibidos en la exposición Mini print en Bélgica. Karina recibió la invitación de una amiga suya, quien viaja frecuentemente entre Puebla y Estados Unidos. En el Miniprint se encuentran voces de 37 países, así se invita a los participantes a elegir un Derecho Humano por el que se luche en su país para visibilizarlo.
Así como Karina, sus compañeras también reflejaron sus propias preocupaciones en sus trabajos. Construyendo en fragmentos una realidad compleja que irremediablemente logra entablar un diálogo entre sus piezas. Mónica Gutiérrez decidió centrarse en la vivienda porque da apertura a hablar de otros derechos. La analogía que eligió para su grabado es tan simple como reveladora y efectiva: una lata de sardinas. Pensé mucho en mi situación de vivienda y en las complicaciones que pasamos los jóvenes para tener un espacio digno donde vivir, me relata.

La casa es muchas veces una metáfora de una raíz que se lleva a todas partes pero poco se habla de sus interconexiones, de lo que se necesita en una vivienda para que realmente sea un refugio, Mónica lo pone sobre la mesa. Pensé en qué necesitamos para tener una vivienda digna desde el derecho a tener agua, contar con los servicios necesarios de salud, de poder alimentarte y tener los espacios necesarios cerca, explica.
“Todos buscamos una vivienda digna y también partí de pensar en que migramos para buscar un espacio donde ser y construirnos”.
Estefany Alvarez y Adriana Estrada decidieron centrarse en las mujeres desde perspectivas diferentes. Estefany plasmó el derecho a la libertad de expresión inspirada en “Las dos Fridas” de Frida Kahlo, en su grabado hay dos mujeres entrelazadas desde el corazón por un grueso cordón rojo. Una tiene un vestido con transparencias y atrás de ella hay una primavera floreciendo, la otra está casi completamente cubierta y a sus espaldas hay destrucción. Estefany narró que ambas son la misma mujer, una con más libertades como en México y la otra con ese derecho vulnerado. Ella especificó que sabe que la burka es cultura, sin embargo también quería mostrar que muchas veces está relacionada con guerra y violencia.

“Ahorita nosotras somos libres aquí en México pero en otros países están reprimidas aún, están con guerras y así lo representé”.
Por su parte, Adriana sostiene en su manos un rompecabezas morado con piezas clavadas, metidas a la fuerza, una boca amordazada y mirada inquisidora. Un calendario donde destaca el número diez y las calaveras en el signo femenino. Adriana quiso representar esa parte de la libertad de las mujeres que todavía no existe del todo en México con al menos 10 feminicidios al día. Al igual que el grabado de Estefany, el de Adriana es dual y sin planearlo ambos conversan. Ella resalta que la realidad puede ser representada como un rompecabezas porque está compuesta por varios aspectos pero algunos de ellos, como los feminicidios, la alteran y lastiman. Sin embargo ella quiso dejar claro que dentro de esa parte terrible de realidad hay algo que no nos arrebatan: la mirada firme que denuncia y la exigencia de que esto se detenga.

Mary Cruz Calderón tomó estas exigencias en su conjunto. Sobre todo las que existen en torno a la desaparición forzada. Ella no eligió como tal un derecho sino los movimientos que consiguen su garantía. Así parafraseando a Victor Jara, ella plasmó en grabado a los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa, a las abuelas de la Plaza de Mayo, a la lucha feminista a favor del aborto y la bandera Palestina. Todos estos movimientos están juntos y sosteniendo la frase “Por el derecho de vivir, no sólo en paz”. Mary Cruz enfatiza que sin organización no se adquiere un derecho.
“Los derechos no nos han sido dados de manera gratuita, se han dado a través de la propia lucha”

México y la infancia
¿En que piensa una artista cuando crea? ¿Cuáles son sus referencias? ¿Se escapa un poco de su vida hasta llegar a la persona espectadora? Cheto, también del taller Gráfica Xonaca, pensó en su mamá. Mi mamá tuvo que crecer muy rápido, dice, por eso ella representó el derecho a la niñez. De acuerdo con el Inegi hasta 2022, tres millones 700 mil infancias trabajaban en México. Claro, que el trabajo formal e informal no es el único que existe en las infancias, también están los trabajos de cuidado del hogar y de la familia, sin embargo estos aún no son del todo reconocidos, ni siquiera entre adultos, aunque esto no quiere decir que no existan.

Cheto eligió dedicar algunas horas de su vida para plasmar el derecho a la niñez. “Mi mamá tenía derecho a vivir su infancia pero por cosas de la vida no pudo hacerlo”. Cheto ríe mientras sostiene el grabado en sus manos. Esa creación está dedicada a su mamá, quería hacer este grabado para darle algo a ella, me dice. La risa de Cheto es tan luminosa como la idea de su cuadro, en él está su mamá de niña en el bosque como si irradiara luz. Ella está en libertad.
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Hasta el momento en el que escribo este texto, hay siete grabados de México en la página de Mini print. Algo llama poderosamente mi atención: son los únicos con rostros de niños. Infancias en protestas, mirando el agua que se esfuma, encadenados junto a perritos, infancias que trabajan en la calle subiéndose a la espalda de un adulto. Todas son imágenes dramáticas, desgarradoras.
Si el arte es un espejo social entonces lo que nos reflejan esos grabados no es muy alentador. Y desde luego, lo que plasman no es un invento, basta con ver algunas estadísticas. De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México, hasta marzo de 2025, 112 mil 579 niñas, niños y adolescentes fueron reportadas como desaparecidas, lamentablemente, al menos mil cincuenta y cuatro fueron localizadas sin vida, en sólo 2023 al menos 9 mil 45 niñas y adolescentes fueron atendidas en hospitales por agresiones sexuales y en ese mismo año 101 mil 147 niñas y adolescentes de entre 10 y 17 años de edad tuvieron un hijo.
Sobre este último punto basta remitirse a la lista que recientemente se viralizó sobre maternidad en niñas y adolescentes la cual evidencia una enorme diferencia de edad con los padres, levantando una alarma grande sobre otros delitos involucrados como posible abuso sexual hacia las menores. Además también destacan las noticias que resultan, por lo menos, dolorosas sobre infancias que cometen agresiones hacia animalitos u otras personas, mostrando el contexto violento que los rodea de una u otra forma.
Estos grabados no sólo muestran ese dolor y preocupación profunda sobre la vulneración de derechos humanos que afecta a las infancias, sino también son grito y denuncia, posicionan a niños y niñas como un símbolo de resistencia, levantan alertas sobre la protección urgente que requieren. “La infancia no se toca, no se viola, no se mata” dice uno de los grabados mexicanos (sin especificar el estado de origen) expuestos en el Miniprint.
Más allá de lo dolorosa que resulta la consigna también hay tras ella un fuerte hartazgo y una validación hacia las denuncias de niños y niñas, que tomando en cuenta algunos contextos de violencia ya es un avance. En otros grabados mexicanos presentes en la exposición belga también está presente esta dualidad entre dolor y resistencia, añoranza de cambio: niños protestando, presentes socialmente, reconociendo el peso de su expresión; niños cuidando el agua.
En este sentido el grabado de Cheto es un recordatorio valioso, además de la belleza de que está dedicado a su mamá, puede rememorar la responsabilidad colectiva que se necesita para que ese brillo en las infancias permanezca, para que sean libres en el bosque, en la ciudad o donde quieran. Que ese cuidado indispensable que requiere la infancia sea replicado una y otra vez como una placa de grabado.
El grabado en infinito
El grabado como denuncia, como encuentro, como una posibilidad infinita de replica. Para Karina el grabado en su naturaleza de expresión política es su aliado perfecto para expresar temas sociales, para Mónica es versatilidad: el mensaje siempre va a llegar y puedes explorar diferentes perspectivas, Estefany encuentra en esta técnica un espacio de reencuentro y paz que le permite vivir el presente. Cheto se maravilla con la posibilidad de expresión que brinda y todas las veces que los grabados se pueden replicar. Para Adriana esta característica de reproducción del grabado es una oportunidad para buscarle diferentes usos desde conservarlos, hasta obsequiarlos o venderlos. La percepción de Mary Cruz está alineada con su obra: el grabado es para representar la lucha.
Anexo: Estados Unidos y la vergüenza ante la vulneración
Un puño en alto, lo que sostiene contrasta con la firmeza de la mano: un mastil doblado, vencido por un peso aparentemente invisible. La bandera de Estados Unidos desgarrada. Abajo en letras tenues “Qué vergüenza mi América”. Este es el grabado de Angela Roggenhofer, una estadounidense que participó en el Miniprint. Como el de ella, los grabados de sus compatriotas publicados en la exposición internacional revelan pena, enojo, hartazgo. Así como en los grabados de México se repiten motivos relacionados con la infancia, en los de ellos se siente una vergüenza profunda, dolor que trasciende las palabras. Si tuviera que resumirlo en derechos por los que claman, serían la libertad y una vida digna. Dos esenciales.
En el grabado titulado “Liberta” la estatua de la libertad llora. Es un llanto incontrolable, no muestra la cara. Atrás de ella la tierra agoniza, no hay personas, sino sombras. En abril de 2025 la ONG Human Rights Watch contabilizó 100 violaciones a los derechos humanos en los primeros 100 días de gobierno de Donald Trump, el mismo mes Amnistía Internacional publicó una lista de 10 ataques a los derechos humanos por parte del republicano.
Vuelve a leer: Trump amenaza con perseguir, encarcelar y deportar infancias migrantes
Cada lista a su manera, más específica la de la primera Organización y más general la segunda, pero ambas coinciden en las poblaciones afectadas y el tipo de vulneración hacia ellas. Por ejemplo, personas migrantes, incluidas infancias, por medio de deportaciones masivas, separación de familias y tratos crueles que violan leyes internacionales. También vulneración a mujeres, población LBTTTIQA+, personas negras y otras comunidades racializadas. Esto por medio de políticas en contra de la población trans, que transgreden los derechos reproductivos y cancelación de programas a favor de la diversidad y equidad así como el retirar apoyo a universidades que trabajan en pro de la justicia racial.
En el grabado “Tras las rejas” Miri Fleming plasmó a una mujer en la cárcel con su bebé en brazos. Las organizaciones defensoras de Derechos Humanos antes mencionadas, desde hace años, ya habían alertado sobre las vulneraciones en cárceles de Estados Unidos haciendo énfasis en la prisión de Guantanamo. Ahora, esos llamados se centran, sobre todo, en las cárceles para personas migrantes. Denunciando tratos inhumanos como: falta de comida, encadenamiento, falta de medicamentos y representación legal.
Respecto a las mujeres privadas de la libertad, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dio a conocer en 2023 que Estados Unidos encabezaba la lista de los 10 países del mundo con tasas más elevadas de encarcelamiento femenino, además de destacar entre los países que más pronto separaba a las mamás en prisión de sus bebés, haciéndolo inmediatamente después de que nacieran o tres días después, además de que alertaron que en este país de América del Norte los hijos de mujeres privadas de la libertad podían ser declarados en adopción si no había algún familiar que se ocupara de ellos.
De una forma más metafórica, este grabado también podría aludir a las vulneraciones a los derechos reproductivos, después de que en 2022 se retirara la protección federal con relación al derecho de aborto, en la mitad de dicho país hay políticas estrictas a ese respecto.
En contraste con la falta de servicios en torno a la maternidad, a pesar de las exigencias durante más de una década Estados Unidos sigue siendo el único país considerado como desarrollado en el que no hay licencia por maternidad con goce de sueldo, de igual forma en 2024 The Common Wealth Found comunicó que Estados Unidos continuaba siendo, dentro de los países considerados como desarrollados, el que tenía un número más alto de muertes maternas, sobre todo entre mujeres negras. Señalaron que al menos el 80% de estas muertes eran prevenibles.