A 48 horas de haberla torturado e inculpado de secuestro, las autoridades por fin liberaron a Verónica Inés Barbosa Pérez, la poblana cuyo caso se volvió viral en internet.
Y es que, tras no encontrar pruebas en su contra, la Fiscalía General del Estado no pudo ejercer acción penal, por lo que la tarde del pasado lunes fue puesta en libertad para regresar con sus familiares, como confirmó vía X su abogado, Víctor León Rueda.
Cabe recordar que Verónica fue inculpada de secuestro el pasado 18 de octubre tras intentar devolver un celular que encontró tirado en Tehuacán, el cual pertenecería a una persona que habría sido víctima de este delito.
Destaca que, pese a que la mujer intentó devolver el aparato electrónico que encontró, fueron los propios elementos de seguridad quienes la detuvieron mediante un fuerte operativo policiaco con el que, además de culpabilizarla, ejercieron agresión física.
En entrevista con medios de comunicación este martes, Barbosa Pérez evidenció que fue víctima de abuso de autoridad, al haber sido torturada de manera tanto física como psicológica, y asegurarle que pasaría el resto de su vida en prisión:
«Yo iba demasiado mal, yo no podía ni caminar de los golpes que me dieron, iba aturdida. Hasta ese momento yo no sabía en qué calidad estaba. Supe que estaba acusada de (…) privación».
Destaca que, pese a haber recobrado su libertad, teme por su seguridad y la de su familia, toda vez que continúa bajo investigación:
«Esto aún no se termina. Sí temo que puedan manipular pruebas para que yo regrese con ellos».
Del mismo modo, exhortó a los familiares del joven secuestrado –quien también ya fue liberado– a que se solidaricen con ella y se involucren en su caso para confirmar su inocencia:
«Yo hago un llamado a la familia del joven involucrado en esto, que tenga un poco de humanidad, que tenga empatía ante lo que yo pasé. Yo sé el dolor que pasaron ellos, pero la mamá del chico sabe que yo no hice nada (…). Siento que ellos no hicieron nada por mí cuando yo sí quise hacer algo por ellos sin conocerlos».
Como trascendió en medios de comunicación, fue gracias a la denuncia que hizo su esposo Alejandro Aponte Feria sobre la violencia que sufrió por parte de las autoridades, que se reconsideró la imputación del delito de secuestro.
A pregunta expresa de si procedería de forma legal por la tortura que sufrió, la víctima aseguró que el seguimiento «le toca» a la Fiscalía.