El gobernador Alejandro Armenta Mier señaló que se está trabajando en la “la ley antimilpa” con una “propuesta seria” para combatir de fondo la corrupción en las diferentes áreas de la administración y estipular las sanciones para los funcionarios que cometan estas prácticas.
En su habitual rueda de prensa de lunes, el mandatario poblano comentó que tiene que ser un proceso de regulación para que, quien quiera servir al estado, quede establecido en la Constitución que no va a poder comete actos irregulares, pues de lo contrario se le aplicara la ley.
Sostuvo que la propuesta legislativa debe tener sanciones para los funcionarios que incurran en actos de corrupción, fraudes o prácticas indebidas dentro del gobierno, por lo que será parte de un proceso de reeducación y renovación moral del servicio público, enfocado en aplicar la ley con rigor, pero sin tintes políticos.
“Vamos a aplicar la ley con un sentido estricto, no político, contra abusos y excesos del poder; no perseguimos, ni estamos en contra de nadie, pero la corrupción es como la maleza que nace todo el tiempo y hay que estarla podando”, afirmó.
Incluso, expuso que entre los gobiernos de José López Portillo y Miguel de la Madrid hubo un planteamiento de que se llamó “Renovación moral”, que buscó combatir la corrupción; sin embargo, se creó una mayor sobreregulación que generó burocracias ineptas que no permiten que los recursos se liberen.
El titular del Poder Ejecutivo aseveró que con esta reforma no se busca crear más controles para el gobierno, sino fortalecer la responsabilidad y la ética en el servicio público, como cuando ocurrió cuando fue director del Registro Nacional de Población (Renapo).
Hizo énfasis en que esta ley formará parte del compromiso de la cuarta transformación que se impulsa a nivel nacional y en Puebla se replicará para erradicar la corrupción desde las estructuras gubernamentales, sin perseguir a nadie, pero sin tolerar actos ilícitos.
“Las leyes deben regular la convivencia y garantizar que los órganos del Estado funcionen al servicio de la sociedad. Donde haya corrupción, hay que aplicar la ley con un sentido estricto, no político. No estamos en contra de nadie, promovemos valores y principios, pero se debe aplicar la ley”, exclamó.
