Alejandro Carvajal Hidalgo enfatizó que el café es una de las industrias fundamentales para México, no sólo en términos económicos sino también por su arraigo cultural.
El legialador poblano, informó que el país cuenta con más de medio millón de productores repartidos en 15 entidades federativas, y cerca de 700 mil hectáreas dedicadas al cultivo del café, de las cuales aproximadamente el 70 % se localiza en los estados de Chiapas, Veracruz y Oaxaca.
El morenista subrayó la urgencia de establecer una coordinación más sólida entre los tres niveles de gobierno —federal, estatal y municipal— para diseñar una política pública integral que permita que los pequeños productores transiten de la mera producción a la comercialización competitiva e incluso a la exportación. Afirmó que el avance de grandes empresas trasnacionales en el sector obliga al Estado a hacer frente con mayores esfuerzos para proteger al productor nacional.
Durante el foro, el enviado del gobierno chiapaneco, Jorge Baldemar, señaló que es imprescindible reformar el artículo 9 de la ley vigente para que los estados productores participen en la toma de decisiones del sector, y que el café sea incluido como actividad estratégica dentro del Plan Nacional de Desarrollo, con asignaciones presupuestales específicas. Asimismo, afirmó que la innovación tecnológica es clave para que el grano mexicano se mantenga competitivo ante las nuevas exigencias del mercado: se requieren variedades adaptadas al cambio climático, técnicas de cultivo bajo sombra y sistemas regionales que aprovechen las ventajas naturales del territorio.
También destacó que la cafeticultura puede jugar un papel importante en la mitigación del cambio climático mediante prácticas agronómicas sostenibles.
Por su parte, Miguel Grajales presentó los aspectos centrales de la iniciativa de Susana Harp: la Ley de Desarrollo Sustentable de la Cafeticultura. Esta propuesta legislativa busca crear un nuevo marco institucional para asegurar una distribución más justa de los ingresos en el sector, garantizar la transparencia y dignificar la labor de los cafeticultores. Entre sus componentes están la creación de un organismo de enlace entre productores y autoridades, con carácter propositivo y de concertación, así como la conformación de un Comité de Precios que regule las fluctuaciones del mercado internacional.
Contextualizando el escenario local, datos recientes revelan que en el estado de Puebla se atendieron 19 mil 234 cafeticultores con una inversión de 279.8 millones de pesos, lo que permitió alcanzar un rendimiento de 3.37 toneladas por hectárea en 2023, cifra que dobla el promedio nacional de 1.62 toneladas por hectárea. Por otra parte, el análisis de los sistemas tradicionales de producción indica que más del 90 % del café mexicano se cultiva bajo policultivo arbolado —lo que favorece la resiliencia ecológica— aunque esta modalidad domina en pequeñas unidades familiares, de dos hectáreas o menos.
El foro concluyó con la reafirmación de que la cafeticultura debe ser considerada un sector estratégico para el desarrollo económico, social y ambiental de México, reconociendo su valor productivo, su arraigo cultural y su potencial en la construcción de un campo más justo y sostenible.
Estado Mexicano debe proteger a cafeticultores frente a empresas: Carvajal
