El gobierno federal inició un programa para revertir la contaminación del río Atoyac, uno de los cauces más afectados del país, con el objetivo de recuperar 32 kilómetros de su cauce durante el primer año, comenzando en el estado de Tlaxcala y extendiéndose hasta Puebla.
Efraín Morales López, titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó en la llamada “Conferencia Del Pueblo” que el plan combina infraestructura hidráulica, reforestación y regulación de descargas industriales para garantizar la recuperación ambiental y mejorar la calidad del agua.
Entre las acciones prioritarias se encuentra la instalación de colectores marginales, tuberías que captan aguas residuales antes de que lleguen al rio, y conducción hacia plantas de tratamiento.
“Con estas acciones, junto con la reforestación, buscaremos sanear los primeros 32 kilómetros del río, asegurando que el agua alcance condiciones óptimas”, indicó Morales López. La rehabilitación de la planta de tratamiento en Tlaxco y la construcción de nuevos colectores ya están en marcha, lo que permitirá el tratamiento adecuado de descargas urbanas e industriales.
El programa integral incluye además dragado y diagnóstico del cauce, regularización de conexiones industriales, clausura de descargas irregulares y liberación de zonas federales invadidas. Se busca también reforestar las riberas y partes altas del río para controlar la erosión y recuperar los espacios ambientales.
Morales López que el plan incorpora la recuperación de volúmenes de agua concesionados que no se estaban utilizando, resultado de una revisión de más de 535 mil títulos de concesión, los cuales 10 mil 400 corresponden a uso industrial. Hasta el momento, se han desprivatizado 4 mil millones de metros cúbicos de agua, y la recaudación por derechos del recurso hídrico creció en 3 mil millones de pesos el ultimo año, reflejando un control más eficiente del agua.
Con esta estrategia, la Conagua busca no solo restaurar la salud del río Atoyac, sino establecer un modelo de gestión integral del agua que combine sustentabilidad ambiental, transparencia en la concesión del recurso y mejora de la infraestructura hidráulica. Se espera que en los próximos años el saneamiento se extienda a lo largo de todo el cauce del río, consolidando así un esfuerzo coordinado entre gobiernos, empresas y la sociedad civil