El pasado 15 de octubre, el mandatario de ultraderecha de Estados Unidos, Donald John Trump, confirmó que autorizó a la CIA (Agencia Central de Inteligencia) realizar operaciones en Venezuela, después de que el medio de comunicación «The New York Time» lo diera a conocer.
Donald Trump no sólo autorizó operaciones encubiertas de la CIA en territorio extranjero de manera unilateral, también analiza el atacar vía aérea las tierras venezolanas, con la excusa de combatir a lo que considera su gobierno como «terroristas».
Durante los últimos meses, el presidente estadounidense, John Trump ha confirmado que han atacado cinco embarcaciones supuesta venezolanas, asesinando a 27 personas a las que acusó de portar estupefacientes, aunque en ningún momento presentaron pruebas al respecto, acciones condenadas por la comunidad internacional y señaladas como homicidios encabezados por el gobierno estadounidense.
Trump ha reivindicado los asesinatos de su gobierno, incluso ha ironizando al respecto: «de hecho, ya nadie quiere ir a pescar. Nadie quiere hacer nada cerca del agua».
Debido a esto, Donald Trump señaló ayer que ya tienen controlado el mar y que por ello ahora analizan el atacar mediante misiles el territorio venezolano, esto para según él, acabar con el «terrorismo».
La comunidad internacional ha denunciado estos ataques y declaraciones como un nuevo proyecto intervencionista, no solamente en Venezuela, sino en Latinoamérica y en el continente.
Gustavo Petro, presidente de Colombia, ha señalado que aunque no es aliado del gobierno de Venezuela, se tiene que denunciar cualquier acción de intervencionismo y no se debe permitir en ningún país, sin importar el gobierno que esté en el poder.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, la mañana del 16 de octubre, exhortó a Donald Trump a respetar el derecho internacional y no realizar ninguna intervención, añadiendo que se debe conservar la «autodeterminación de los pueblos, no al injerencismo y la invasión. No solamente es por convicción, sino porque así está establecido en nuestra Constitución».
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, enfatizó «no a los golpes de Estado dados por la CIA […]. ¿Hasta cuándo golpes de Estado de la CIA? América Latina no los quiere, no los necesita y los repudia».
Resaltando: «decirle al pueblo de Estados Unidos: no a la guerra, no queremos una guerra en el Caribe ni en Sudamérica».
Su gobierno publicó un comunicado en el que: «La República Bolivariana de Venezuela rechaza las declaraciones belicistas y extravagantes del presidente de los Estados Unidos, en las que admite públicamente haber autorizado operaciones para actuar contra la paz y la estabilidad de Venezuela. Esta afirmación sin precedentes constituye una gravísima violación del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, y obliga a la comunidad de países a denunciar estas afirmaciones a todas luces inmoderadas e inconcebibles».
Resaltando que: «es evidente que tales maniobras buscan legitimar una operaciór de «cambio de régimen» con el fin último de apropiarse de los recursos petroleros venezolanos. Asimismo, las declaraciones del mandatario estadounidense persiguen estigmatizar a la migración venezolana y latinoamericana, alimentando discursos xenófobos y peligrosos».
Finalmente, Venezuela ha adelantando que el próximo 17 de octubre, ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), presentarán una denuncia sobre las violaciones internacionales y los riesgo de las acciones y declaraciones de Trump, mismas que han sido condenadas por la comunidad internacional.
Trump autoriza misiones en Venezuela; Maduro condena intervencionismo
