El empresario, fascista, ultracapitalista y ahora presidente de los Estados Unidos (EU) Donald John Trump, firmó un decreto con el que inicia el desmantelamiento del Departamento de Educación, una oficina que en momentos previos ya ha sido perseguida por las y los republicanos.
Trump en momentos previo criticó al departamento por presuntamente «derrochar dinero» y «estar contaminado de ideología liberal», por lo que ha tomado estas acciones, añadiendo que, en próximos momentos, buscará que en el Congreso de su país se apruebe un proyecto para que desaparezca completamente.
Trump señaló que desde el gobierno federal se cumplirán con las obligaciones económicas, como: el financiamiento del Título I para escuelas de bajos ingresos, becas Pell, el dinero para infancias con discapacidades y los préstamos estudiantiles federales.
«No nos está haciendo ningún bien», señaló Trump sobre el departamento de educación, al que también culpó del bajo nivel educativo.
Actualmente se señala que dicho departamento se encuentra con funciones mínimas, mismas que han provocado críticas y manifestaciones en contra de estas decisiones.
«Este es un día triste para los millones de niños estadunidenses que dependen de la financiación federal para recibir una educación de calidad, incluidos aquellos en comunidades pobres y rurales, cuyos padres votaron por Trump», declaró Derrick Johnson, presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP).
Las y los demócratas indicaron que buscarán apelar esta medida en los tribunales y el Congreso, mientra invitan a las y los republicanos a acompañar estas acciones.
La justificación de estas decisiones es “regresar” la educación al control local y estatal, dónde también busca quitar autoridad a las y los docentes y que sean las familias y las autoridades locales quienes definan la educación que se imparta.
Recién asumió nuevamente la presidencia de su país, declaró: «los padres han atestiguado a escuelas adoctrinando a sus hijos en ideologías radicales anti-estadunidenses, mientras deliberadamente obstruyen la supervisión de los padres”.
Estas acciones han provocado críticas y reclamos al gobierno del mandatario fascista, ya que se señalan que con estas acciones se dejarán de atender de manera adecuada a aquellos sectores precarizados, a la comunidad estudiantil discapacitada y afrodescendiente.
Pero no solamente esto, sino que han aumentado las preocupaciones, dónde se recuerda que en EU miles de libros se han prohibido en las escuelas y que con las medidas trumpistas, la educación se puede radicalizar, despojando de información a la comunidad estudiantil y buscarla adoctrinar en favor de la religión y la derecha.
Trump arremete contra la educación; la derecha quiere las esculas
