julio 27, 2025 6:09 am
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Reconstruir el Municipio

Inmediatamente después de una derrota electoral, los líderes de partidos políticos pronuncian la frase recurrente “hay que volver al origen”.

En teoría, se puede decir lo mismo para México ahora que presenta una crisis profunda de gobernabilidad y condición estatal: hay que volver a la célula de la vida cívica; es decir, al municipio entendido como la unidad básica de la organización territorial y administrativa del Estado.

Las “grandes” ideas del morenismo podrían rendir sus mejores frutos si la institucionalización, el desarrollo de ciudadanía y la gobernabilidad comenzaran por el municipio; porque ¿de qué sirven los grandes proyectos ideológicos y los planes a futuro si los municipios, en medio de su abandono representan la caja chica de la delincuencia organizada y una oportunidad para la corrupción?

Si algo revela la debilidad de la política morenista es la situación de buena parte de los municipios. Un indicio para entender la pérdida del control nacional radica en la evidente atención que prestan los gobiernos estatales a las ciudades más pobladas o capaces de atraer industria, comercio o servicios mientras descuidan el resto. Pero el éxito del desarrollo, en todos los aspectos, radica en estrategias de impulso proporcional en la mayor parte del territorio.

Las comunidades más pequeñas suelen ser la cuna de los más fuertes cacicazgos, empero ¿qué pasaría si la Federación decidiera salvar la figura del municipio? Los municipios en México, principalmente los pequeños y débiles, están atrapados entre la delincuencia organizada y prácticas de corrupción, sin alternativas para liberarse. Si, ante tal situación, los gobiernos federal y estatales buscaran sanear las cuentas públicas municipales y profesionalizar y fortalecer su burocracia, sin duda contribuirían a la reconstrucción del país.

Se observa que los municipios son saqueados en beneficio de caciques, mafias y políticos diversos, la reputación de la administración pública municipal es pésima y las legislaturas locales no parecen interesadas en inhibir esta inercia de las municipalidades. Así, puede afirmarse que más del cincuenta por ciento de los municipios no han revertido patrimonialismo histórico. La celeridad con que se aprueban las cuentas públicas municipales y los escándalos criminales que presentan ciertos casos, indican que es necesario repensar el federalismo municipal y el artículo 115.

La formación de alcaldes y burocracias municipales puede ser una de las últimas esperanzas en este país para recuperar la democracia.

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