agosto 3, 2025 10:24 pm
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Prensa y sector salud; algunas de las victimas silenciosas del genocidio

Puedo leer sin problemas crónicas, notas o información sobre accidentes, desastres naturales, conflictos bélicos, guerras, injusticias, proyectos de muerte, abusos y violencia, pero el ver o escuchar material de dichos momentos es otra cosa totalmente distinta. Se me hacen tan crudos y fuertes que la verdad los evito lo más que puedo, consumirlos lo menos posible, pero no puedo ni siquiera imaginar lo que es vivirlo, atender todo ello, para después, terminar siendo asesinado por simplemente hacer tu trabajo.

En poco más de un año y nueve meses, el estado genocida e ilegítimo de Israel ha asesinado a más de 60 mil personas en Palestina, más de tres mil desaparecidas, y cientos que, en estos momentos, son asesinados de hambre. Dentro de las víctimas anónimas y serán borradas por Israel, se encuentran tres sectores que sufren en silencio: la prensa, el sector salud y voluntarias y voluntarios.

La ONU informa que por lo menos, 211 periodistas han sido asesinados por el ejército israelí, 47 de ellos ejecutados y otros 56 se encuentran detenidos contra su voluntad. No se sabe de las condiciones, mientras, los israelíes cazan a periodistas que documentan lo que ocurre en Palestina.

Quienes cubren el genocidio en Gaza hace mucho dejaron ser únicamente testigos y espectadores, se han vuelto víctimas, asesinados de la manera cruel y humillante posible. Otros, apenas pueden acceder a una comida al día, al agua y/o han perdido extremidades por los ataques.

Dentro de las injusticias y abusos que se perpetúan contra la información, también está el bloqueo mediático, con ataques a centrales eléctricas, televisoras y antenas de comunicación, impidiendo también el acceso y la salida de la prensa en Palestina.

Durante estos 21 meses, la prensa internacional ha exigido ingresar a Palestina para documentar los crímenes, pero el régimen de Israel se ha negado, mientras, continúa el exterminio y eliminar cualquier imagen, vídeo, o testimonio obtenido en la zona.

Tanto es el odio y temor a la prensa por el régimen de Israel que a más de un comunicador al que han asesinado le han calificado como terrorista y colaborador de Hamás -como sí eso justificara acribillar a alguien y después presumirlo-, con lo que el estado ilegítimo y genocida de Israel muestra su nulo respeto por la vida.

La situación es tan crítica para la prensa en Palestina que incluso, familiares de las y los periodistas asesinados han agradecido el poder encontrar alguna identificación, objeto suyo o cuerpo, algo que les permite enterrarlos o tener la certeza de que no están siendo torturados o secuestrados por el ejército israelí.

Incluso, activistas y diversas ONGs han abierto grupos de ayuda psicológicos para la prensa para brindar un poco de ayuda, ante las injusticias que han documentando y que les ha tocado vivir, ayudarnos a sentir aunque sea por un segundo el exterminio que se realiza contra el pueblo palestino.

Ante estas y más violaciones a los derechos humanos de Israel contra la prensa, es de lo más hipócrita y nefasto el discurso de la ultraderecha que se «preocupa por la prensa», cada vez que es asesinada alguna persona relacionada a los medios se suenan las alarmas internacionales y se condena enérgicamente el crimen -tal como debería ocurrir en todos los casos-, pero sí se habla de colegas en Palestina, una de dos, los grandes medios y los ultras callan o, simplemente se menciona como cualquier cosa y se pasa con la siguiente nota.

Israel entiende la importancia de los medios y su fuerza, por ello busca erradicar la información, y cuando logren llegar a su sueño dorado de eliminar la vida en Palestina, digan que sí nadie ve, nada pasó.

El personal del sector salud también es asesinado como si se tratase de algún ejército enemigo, ven cómo sus pacientes mueren por situaciones nefastas o hasta cosas como el hambre, porque simple y llanamente Israel sigue sin permitir el acceso de la ayuda humanitaria y alimentaria.

A pesar de que el personal del sector salud sabe lo que se vive en Gaza, el no contar con insumos, alimentos, bebidas o un lugar seguro para descansar, no han detenido su trabajo, buscan ayudar como puedan, sin importar lo que cueste, y salvar la mayor cantidad de vidas posibles, incluso viendo cómo las clínicas, campos de refugiados y centros de entrega de alimentos son bombardeados.

El genocidio en Palestina demuestra lo peor de la humanidad, tanto de quienes lo encabezan como los millones que apoyan, recordándonos lo bajo que podemos caer como especie. Pensando que este tipo de acciones se quedarían en la Segunda Gran Guerra y en los campos de concentración Nazis, pero lo que estamos presenciando es mucho peor, a plena vista del mundo y no detrás de muros u hornos gigantes, tal como lo hicieron los nazis.

Por ello, no dejemos de exigir justicia, que se tomen acciones contundentes contra los fascistas y genocidas líderes de Israel y Estados Unidos, Netanyahu y Trump principalmente, pero sobre todo, no dejemos de hablar de Palestina.

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