Agnes Torres Sulca fue una sexóloga, psicóloga y activista transgénero que luchó en favor de la Población LGBTTTIQA+, graduada de la carrera de Psicología de la Universidad de Veracruz, no sin antes, haber luchado durante once años para conseguir su título, ya que dicha institución no se lo otrogaba debido a que se negaban a reconocerla en dichos trámites como se autopercibía la activista y luchadora de los derechos humanos.
Desde el activismo como lo jurídico, Agnes Torres trabajó para lograr que en los Congresos locales se legislaran en favor de nuevas leyes que permitieran a la ciudadanía el poder transicionar sin mayor complicación, así como el obtener sus documentos correspondientes, con sus nombres y sexos con los que se autopercinían y no con lo que les habían sido asignados al nacer.
Para 2010, Agnes Torres interpuso una denuncia contra el ex priista, Javier López Zavala, en ese momento uno de los políticos más poderosos de Puebla, esto por haber realizado comentarios transfobicos contra su adversario para ocupar la gubernatura de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, dónde atacaba a aquellas personas que se encontraban transicionado.
Torres Sulca no solamente fue una activista y luchadora de los derechos, sino que también una figura que tuvo una alta participación dentro y fuera de la población y comunidad de la diversidad, yendo a las marchas, participando en pasarelas, pero también desde el área académica, dónde realizó diversas investigaciones y papers en favor de la población trans y la LGBTTTIQA+.
El nueve de marzo de 2012 fue víctima de un transfeminicidio y crímen de odio – después de que se encontrara su cuerpo con muestras de tortura en la autopista siglo XXI – a los 28 años de edad, a pesar del tipo de crimen y las evidencias encontradas, las autoridades correspondientes clasificaron dicho crimen sólo como “homicidio doloso”, esto después de que su entonces pareja Jorge “N” junto con otros tres autores materiales fueran encontrados culpables por el crímen contra Torres Sulca.
La justicia para Agnes Torres logró llegar diez años después, cuando Jorge “N” fue sentenciado a 45 años de prisión, después de haber sido encontrado culpable por los delitos de homicidio calificado y también de robo de vehículo agravado, hechos ocurridos el diez de marzo de 2012.
Se le acusó a Jorge “N” de haber citado a Agnes para acudir a un rancho de la región, pero lo que en realidad ocurrió fueron torturas hacia su persona, también la golpearon y la asfixiaron hasta dejarla sin vida. Estas acciones fueron realizadas por el acusado previamente mencionado, así como Agustín “N”, Marco Antonio “N”, y Luis Fernando “N”.
Tras su asesinato, activistas, defensores de derechos humanos, así como la comunidad LGBTTTIQA+ exigieron justicia para Agnes Torres, también trabajaron de manera activa para lograr que al fín se legislara contra el odio y fue en 2013 cuando el Congreso de Puebla incluyó en el Código de Defensa Social el odio y discriminación para poder ser penalizados en lo individual, en conjunto o como agravantes de delitos mayores, como el asesinato, así como el anexar los crímenes de odio a la constitución local.
Tras su transfeminicidio, sus amistades, activistas, comunidad LGBTTTIQA+ entre más sectores, trabajaron para impulsar aún más la implementación de una ley la que permitiera a la ciudadanía el poder cambiar de sexo y nombre en documentos sin discrimanción o trabas burocráticas; aún con la existencia de esta ley puede ser complejo el transicionar en documentos, pero sin ella, los procesos podían durar un largo tiempo, mismos que muchas veces se veían rodeados de discriminación y que terminaban desencadenando en daños tanto económicos y/o psicológicos para quienes quieren realizar dichos documentos, mismos que tendría que ser de derecho para la ciudadanía y que en la mayoría de las ocasiones eran negados
Para febrero de 2021 la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) exhortó al Congreso de Puebla a reformar el código civil local en favor de las personas trans, así como el eliminar la violencia y discrimanción estructural y sistemática que existe en el Estado contra la población previamente mencionada y para lograrlo, señalaban que el Congreso local tendría que aprobar la “Ley Agnes”, además les recordó a las legisladores y los legisladores locales que la ley les obligaba a actuar en favor de todos los sectores, así como asegurar los derechos en favor de la ciudadanía poblana.
Durante más de una década se luchó por lograr que la “Ley Agnes” fuera una realidad para el estado de Puebla, la cual fue aprobada en febrero de 2025 y permite de una manera mucho más sencilla a la población trans el poder realizar su cambio de género y nombre en documentaciones, con lo que se les acerca a una justicia que les había sido negada de manera sistemática.
Durante esos años activistas denunciaron la falta de voluntad política para lograr la aprobación de la “Ley Agnes”, dónde inclusivamente denunciaron que el entonces legislador local y coordinador de las diputadas y diputados del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Gabriel Biestro Medinilla dedicó sus esfuerzos para bloquear la ley e irla aplazando, hasta que, señalan que debido a presiones externas, la terminaron discutiendo y aprobándola.
“Se entenderá por identidad de género autopercibida, la condición personal e interna, tal y como cada sujeto se percibe a sí mismo, que puede corresponder o no al sexo asignado en el registro primario. Incluye la vivencia personal del cuerpo, que podría o no involucrar la modificación de la apariencia o funcionalidad corporal, siempre que la misma sea libremente escogida” se lee en la ley.
Además, la misma define la identidad de género autopercibida como “la condición personal e interna, tal y como cada sujeto se percibe a sí mismo, que puede corresponder o no al sexo asignado en el registro primario”, incluyendo que las “vivencia personal del cuerpo, que podría o no involucrar la modificación de la apariencia o funcionalidad corporal, siempre que la misma sea libremente escogida”.
Inclusive logrando eliminar del código local las exigencias de que las personas que buscaban transicionar necesitaban contar con operaciones, vestir convencionalmente como lo hacían las personas de ese sexo, entre otros puntos arcáicos que discriminaban y vulneraban a las personas trans y muchas de ellas no podrían acceder a una transición en documentos y perpetuaba la violencia contra aquellos sectores que han sufrido de ello durante diversos momentos.
Para febrero de 2023, dicha ley logró apoyar a más de 230 personas para que lograran transicionar, lo que ha resultado beneficioso para lograr combatir la discriminación y violencia intitucional, así como también poder permitir a personas de la población trans el acceder a sus derechos y obligaciones como cualquier otra persona, sin ser perseguidas o discriminadas.
Durante los últimos años, activistas e integrantes de la población Trans ahora han luchado para lograr que la “Ley Agnes” sea ampliada, en favor de las juventudes, ya que las mismas no pueden autopercibirse en documentación como deseen, lo que les provoca grandes complicaciones tanto en su presente como en su futuro, por ejemplo en sus escuelas, ya que a quienes no se perciben con su sexo que se les fue designado al nacer; no cuentan con documentos que les avalen y bajos esas excusas, se señala que no se les respeta, se les discrimina, y al momento de tramitar distinta documentación, no pueden llevar un proceso que les traiga respeto y justicia.
Finalmente, Agnes Torres representa todo un ícono de lucha, su vida, activismo y su transfeminicidio marcaron no solamente a Puebla, sino también a México, una mujer que durante toda su vida se enfrentó al sistema, al odio, quien buscó y logró cambiar las leyes y permitiendo realizar procesos más justos no solamente para la población trans, sino para todas, todos y todes, logrando movilizar a cientos y acercando los procesos de justicia para quienes han sido vulnerades durante todo ese tiempo.