El fundador y expresidente ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), Klaus Schwab, se encuentra en el centro de una creciente controversia tras el anuncio de una investigación interna por presunta conducta financiera y ética inapropiada, tanto por su parte como por la de su esposa.
La información fue revelada por The Wall Street Journal, que tuvo acceso a una carta anónima enviada la semana pasada a la junta directiva de la organización.
La misiva plantea serias acusaciones relacionadas con la gobernanza del foro y una supuesta cultura laboral permisiva cultivada por Schwab durante su largo mandato.
Entre las denuncias se encuentra el uso de fondos de la organización para fines personales, como pagos por masajes privados en habitaciones de hotel, y la solicitud a empleados subalternos de retirar dinero en efectivo en su nombre.
Asimismo, se acusa a su esposa —exempleada del foro— de organizar reuniones simbólicas financiadas por el organismo, con el propósito de justificar viajes vacacionales de lujo pagados con recursos del WEF.
Los Schwab han negado rotundamente todas las acusaciones, calificándolas de “infundadas” y anunciando acciones legales contra los responsables de la carta anónima y contra cualquier persona que difunda tales alegatos.
Este episodio se suma a cuestionamientos previos sobre el estilo de liderazgo de Schwab. En 2024 ya se habían planteado inquietudes respecto al trato recibido por empleadas del foro y a la supuesta omisión en el manejo de denuncias por acoso y discriminación. En aquel entonces, el Foro Económico Mundial defendió su actuar, afirmando que respondía adecuadamente a todas las quejas y mantenía
Vía RT
