El juez Charles Breyer, mediante una resolución de 52 páginas, calificó como ilegal el despliegue de la Guardia Nacional en California ordenada por el mandatario fascista de Estados Unidos (EUA), Donald John Trump.
El fallo se da después de que el gobernador de California, Gavin Newsom demandara en junio al gobierno federal, después de que ese desplegara a más de tres mil integrantes de la Guardia Nacional, acusando al gobierno estatal de no tomar las acciones correspondientes contra la comunidad migrante y no apoyar las redadas de Trump.
La resolución acusa al gobierno trumpista de violar la «ley federal Posse Comitatus» de 1878, la cual prohíbe el uso de las fuerzas armadas para la aplicación de la ley nacional.
Tras el fallo, Trump ya ha arremetido contra el magistrado, acusándolo de ser «un juez de izquierda radical», y que su administración buscará desestimar la decisión del togado Breyer.
«Esta decisión valida que el poder del presidente no es ilimitado, Trump no es el rey, la decisión de Trump de desplegar tropas militares en las calles de Los Ángeles no fue más que un acto de teatro político e intimidación pública», señaló Rob Bonta , el Fiscal General de California.
Adelantando que tras esta resolución, California buscará sacar de las calles a los más de 300 integrantes de la Guardia Nacional, mismos a los que Trump planea dejar en dicha entidad hasta las elecciones que se realizarán en noviembre.
Además, acusó Bonta que «Trump sacó a miembros de la Guardia Nacional de funciones vitales como la lucha contra los incendios forestales, la crisis del fentanilo y mucho más. Es una falta de respeto total a su servicio y sus responsabilidades cruciales».
Por su parte, el gobernador de California, mediante su cuenta de X, publicó en mayúsculas, imitando el estilo de Trump en redes sociales, «DONALD TRUMP PIERDE OTRA VEZ. Los tribunales coinciden: su militarización de nuestras calles y el uso del ejército contra ciudadanos de Estados Unidos es ILEGAL».
Finalmente, este nuevo revés contra la administración fascista de Donald Trump ocurre mientras busca desplegar la Guardia Nacional en otras entidades gobernadas por demócratas y las que han apoyado a los sectores que son perseguidos por la administración federal.
