El Movimiento BDS, (Boicot, Desinversión y Sanciones) surgió en 2005, firmado por más de 180 organizaciones palestinas, quienes han llamado a la comunidad internacional a dejar de apoyar empresa que financien y apoyen al genocidio de Israel contra el pueblo Palestino, en los últimos años ha tomado una fuerza mayor, y más contra Coca Cola.
Por ello, el «movimiento de refrescos alternativos» nace con el objetivo de consumir refrescos locales y así dejar de contribuir con el financiamiento al genocidio contra Palestina. Al mismo tiempo, se apoya a la economía local. Algunos países que han tomado estas acciones, son: Bangladesh, Egipto, Suecia, Pakistán, Reino Unido y Jordania.
El boicot refresquero, no solamente busca tenes repercusiones políticas, sino también financieras, ya que, por ejemplo, en distintas naciones, marcas locales con una larga trayectoria han logrado aumentar sus ventas de manera considerable, que durante años han tenido un desarrollo complejo, ya que, les hes muy difícil enfrentarse al capital y poder de industrias internacionales, como lo es Coca-Cola.
Una de las refresqueras que más se ha beneficiado con estas acciones, son; el refresco egipcio Spiro Spathis, el cuá tiene más de 100 años de existencia, siendo la empresa refresquera más antigua de Egipto, la cuál ha señalado que la demanda por su producto se ha triplicado desde el boicot.
Para el caso de Bangladesh, la empresa Mojo, la cuál era un refresco de cola no tan conocido, ha incrementado su popularidad y sus ventas, misma marca que ha prometido donar parte de sus ingresos a causas palestinas.
En Suecia, tres hermanos palestinos crearon «Palestine drinks», la cuál se ha señalado que es una bebida alternativa contra las que apoyan a Israel, afirmando que a dos meses de su lanzamiento han vendido 4 millones de latas y además, que donarán la mayoría de las ganancias a causas palestinas.
Pero las repercusiones positivas no son únicamente en un entorno económico, sino que también ambientales, señalando que la huella de carbono de las mismas es menor a otras grandes refresqueras, así como el agua que se usa.
Las principales denuncias contra Coca Cola, tienen origen en la fábrica de la empresa refresquera que se encuentra en Atarot, Cisjordania, la cual es protegida por Israel y que inclusive se critica que esa nación les apoya en la distribución del refresco, todo esto, en una región ocupada por Israel, y que el derecho internacional lo considera un asentamiento ilegal.
Medio locales han señalado que el Boicot que se ha emprendido en la región ha provocado que la ventas de Coca Cola hayan disminuido en un 23% desde que inició el genocidio contra el pueblo palestino -el cual ha costado más de 43 mil vidas-, lo que ha provocado que la empresa refresquera, mediante publicidad, trate de limpiar su imagen, pero esto ha generado más repudio a la empresa.
Finalmente, Coca‐Cola niega apoyar económicamente a Israel, pero no se ha pronunciado sobre su fábrica en la zona de Atarot, y esto es lo que ha hecho que el boicot vaya en aumento.