Ayer, en Argentina se realizó el «Derecha Fest», donde participaron líderes fascistas, de la ultraderecha, así como twitteros y streamers de dicho sectores, e inclusive el presidente Javier Gerdador Milei, quienes arremetieron contra el progresismo, críticos, e inclusive, aliados.
El fascista Javier Gerardo arremetió contra su Senado, quienes se han salido de la línea oficialista y han votado por el aumento a las pensiones de jubilados, así como otros programas sociales, los que el mandatario señaló que los desechará o llevará a tribunales para que no entren en vigor, acusando que no son compatible con su programa económico.
«Bruta traidora» fue como llamó a su vicepresidenta Victoria Villarruel, quien se ha distanciado del mandatario argentino y ha participado en eventos de gobierno más sociales y criticado la radicalización de las políticas públicas de Milei.
Milei también atacó a los pocos legisladores «libertarios», quienes han roto con su gobierno, «así como la historia recuerda a los héroes, también recuerda a los traidores. El tiempo sabrá poner a cada uno en el lugar que corresponde. Por nuestra parte, reiteramos que Roma no paga traidores».
Agregando que augura una victoria para su corriente política en los próximos comicios de octubre y señaló que dicho evento fue el mejor del mundo «antizurdos».
Otros oradores arremetieron contra la izquierda, el progresismo y señalaron que se encuentran «en guerra y la única forma de vencer es mediante el bien organizado».
Por su parte, la periodista Melisa Molina, del medio «Página/12» denunció ser víctima de una agresión y situación de violencia, quien acudió con una entrada que había comprado, que todo estuvo normal, hasta que uno de los organizadores la identificó y le pidió que le acompañara sacándola del lugar por una puerta trasera, «diciéndome que querían hacerme un par de preguntas y una persona que no se identificó más que como ‘un contratado’ me llevó a un terreno baldío donde había algunos autos estacionados», escribió en su crónica Molina.
Añadiendo: «me dijo que me quede tranquila, que era solo para ponerme una pulsera de prensa. Anotaron mi nombre y mi apellido, me preguntaron cómo había llegado al evento y me tiraron encima dos billetes de 20 mil pesos, que era lo que valía la entrada que yo compré por la página web. No los acepté y me dejaron detrás de unas rejas sin permitirme salir con personal de seguridad privada y de Casa Militar».
Denunció que después trató de volver a ingresar, y a pesar de que había comprando su boleto, no le permitieron el acceso.
Otros periodistas lograron documentar el evento estuvo vacío, distinto de lo que se había dicho; no se logró la venta completa, como dijeron algunos de los organizadores.
Finalmente, se denuncia que el odio floreció nuevamente, arrmetiendo contra todo lo que no les parece y atacando sectores que, desde el actual gobierno, son presionados y perseguidos.
Desde «Derecha Fest» Milei arremete vs «traidores» y Congreso
