Tal y como se había adelantado, la llegada de Jordi Bosh Bragado a la dirección de Agua de Puebla suponía cambios radicales en la estrategia de la empresa concesionaria del vital recurso, comenzando por hacer rendir cuentas y aplicar sanciones a funcionarios de la compañía que tuvieron un papel destacado en los abusos durante la gestión del morenovallista Héctor Durán Díaz.
Se ha confirmado esta mañana el despido de Marisol Aguilar, cercana a Durán Díaz, lo cual marca el inicio de una depuración interna que busca dejar atrás años de simulación y privilegios para ese grupo.
Esta semana, Marisol Aguilar Sánchez —durante más de una década responsable del área comercial de Agua de Puebla— fue separada del cargo como parte de los ajustes estructurales que impulsa la nueva administración de la concesionaria.
Con su salida, cae uno de los últimos eslabones del grupo que encabezó Héctor Durán Díaz, y que durante años mantuvo férreo control sobre el modelo de recaudación, convenios y operación comercial, con resultados deplorables en términos de atención y servicio.
Aunque el movimiento no fue anunciado oficialmente, analistas y periodistas han coincidido esta mañana que se envía un mensaje claro: la reestructura va en serio, no es maquillaje. Bajo el mando de Jordi Bosh Bragado, Agua de Puebla ha comenzado a desmantelar inercias, renovar perfiles y asumir una visión más social del servicio hídrico.
La reestructuración interna viene acompañada de una estrategia externa que incluye más de 2 mil millones de pesos comprometidos para rehabilitación de pozos, válvulas y estaciones de bombeo. La empresa pretende regularizar a 60 mil usuarios en colonias vulnerables, con apoyo directo para recuperar su acceso al líquido sin restricciones.
En Xoxtla, donde hay un intenso movimiento de resistencia a la explotación de pozos para llevar agua a la capital estatal, se están realizando diagnósticos y rehabilitación técnica, amén de abastecer a la población que lo requiera, con pipas.
También hay proyectos de saneamiento y potabilización en marcha, porque la empresa busca recuperar la confianza ciudadana.