Esta mañana, el mandatario fascista de los Estados Unidos (EUA), Donald John Trump, junto con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, mantuvieron una reunión sin precedentes con más de ochocientos militares de alto rango —quienes radican tanto en el país como en el extranjero—, para advertir sobre una posible «invasión interna», así como arremeter contra el progresismo y plantear una mayor militarización.
«Nos encontramos bajo una invasión desde dentro. No es diferente de la de un enemigo externo, pero más difícil, de muchas maneras, porque no llevan uniformes», declaró Donald Trump ante la élite militar de su país, desde Quantico Virginia.
A lo que Pete Hegseth señaló que las fuerzas armadas de su país se deben preparar para una «guerra», «no porque queramos la guerra, aquí nadie la quiere, sino porque amamos la paz».
Trump también reveló que ha solicitado al secretario de Defensa, que en las «ciudades peligrosas» estadounidenses donde actualmente se encuentra desplegado el ejército, sean usadas como «campos de entrenamiento» para las y los militares.
Añadiendo que se encuentra preparado para recibir las cartas de renuncia de aquellas y aquellos líderes militares quienes no aprueben sus acciones y que sino lo hacen, el está listo para despedirlos.
«Si intentan envenenar a nuestra gente, los borraremos de la existencia», fue una de las tantas amenazas que lanzó contra el Caribe, lo que se ha interpretado como un mensaje contra Venezuela, esto después de que hace unas semanas asesinara EUA a once ripulantes de una lancha, acusándolos de tráfico de drogas, pero sin presentar pruebas.
Por su parte, Hegseth señaló que se encuentran eliminando el liderazgo «tóxico» del progresismo, tanto del ejército como del gobierno de su país, así como la «basura woke».
«No más meses de identidad, oficinas de DEI, tipos con vestidos, no más culto al cambio climático, no más división, distracción o engaño de género, no más escombros. Lo he dicho antes y lo diré de nuevo: hemos terminado con esa mierda», fue parte del discurso del secretario de Defensa.
Además atacó las normas de enfrentamiento, considerándolas como «estúpidas», ya que señala que restringen las acciones de su ejército. Aprovechando para defender, una vez más, el despido —muchos de ellos acusados de ser injustificados— de decenas de líderes militares, en su mayoría mujeres y hombres negros.
Finalmente, las declaraciones de Trump y Hegseth han provocado diversas críticas, ya que la mención de una «invasión interna» sin pruebas, provocará una radicalización mayor de sus seguidores y el gobierno, además de acusar que un aumento en la política de guerra, fomentará más muertes y asesinatos en el panorama internacional.
Ante élite militar, Trump llama a preparse para «invasión interna»
