El papa considerado como el primero en entrar a la modernidad y a las tecnologías de vanguardia del siglo veinte también fue el que escribió la encíclica que enmarca el enfoque social de la Iglesia Católica.
León XIII tuvo un pontificado entre dos siglos, cuando la vieja Europa agonizaba y los pueblos y trabajadores buscaban ser reconocidos.

La encíclica Rerum Novarum (Acerca de las nuevas cosas), publicada en 1891, posicionó a la Iglesia Católica en contra de la esclavitud de los pobres por parte de la gente rica. Incluso hace un llamado a los patrones a dar salarios justos y que se permita el derecho a organizar sindicatos católicos. Pese a estos avances, la encíclica no se compromete por completo con la defensa social de la gente, pues condena el socialismo y no da su pleno apoyo a las instituciones democráticas y al sindicalismo obrero. Pese a sus grandes defectos, la Rerum Novarum dio el primer marco para que movimientos dentro de la Iglesia pugnaran por los trabajadores y de los pueblos oprimidos por el capitalismo, como lo es el pensamiento de la Teología de la Liberación.
Es importante remarcar que el papa León XIII vivió la reclusión en el Vaticano tras el Concilio Vaticano primero, que en el siglo XIX postuló la infalibilidad papal en materia de fe, un dogma de la Iglesia Católica que establece que el Papa, cuando habla «ex cathedra» (desde su cátedra como pontífice) sobre cuestiones de fe y moral, está preservado del error.
Al mismo tiempo, las potencias europeas continentales estaban alistándose para el conflicto que se convertiría en la Primera Guerra Mundial. Cuando reyes y emperadores coincidían en la fe, los ideales expansionistas rompieron la paz continental. En ese ambiente, el anciano papa tuvo que nadar. Además, León XIII estaba obligado a cumplir las exigencias de personajes como el emperador Francisco José de Austria o del emperador Guillermo II de Alemania, quienes temían el resurgimiento de la Comuna del París y el empoderamiento de los obreros desde la “Internacional”.
Ahora, el nuevo papa Robert Francis Prevost ha tomado el nombre de León XIV, el cual ha sido interpretado como una forma de homenaje al papa León XIII y la reafirmación de la continuidad de la posición social de su antecesor, el papa Francisco.
Más allá de interpretaciones, el nuevo pontífice de origen norteamericano y de 69 años se enfrentará a la ola conservadora encabezada por Trump y personajes libertarios en América como Javier Milei. Además, su postura en favor de los migrantes y diferencias con el mandatario estadounidense
Finalmente, la defensa de los pobres y los oprimidos es un pendiente para el mundo occidental, y el máximo pontífice se tendrá que asumir al respecto.
