Elizabeth Ross, una artista feminista que confronta la energía masculina que ha oprimido a las mujeres por miles de años
Por Raúl Rivera
Espacios como
templos, mezquitas y zonas arqueológicas están imbuidos de la visión masculina,
esta influencia es identificada por la artista Elizabeth Ross como una energía
que las mujeres han padecido a través de la discriminación y la violencia desde
inicios de la civilización.
Por ello Elizabeth
Ross se identifica como artista y feminista, y mientras convive con sus
anfitriones poblanos expresa que “el ser mujer y no ser feminista en estos
tiempos es un error”.
El trabajo de
la artista mexicana e internacional será montado en la exposición fotográfica
Reclaiming The Ground (Reclamando el suelo) en la Ciudad de Puebla esta semana,
por lo que da un anticipo de lo que verán los poblanos en la Galería de Arte Experimental
de Liliput.
La obra de la
artista en torno “Reclaiming Teh Ground” inició en 1999 y sigue en proceso. “Lo
que hago es recostarme en sitios que, de alguna manera, los reclamo para la
energía femenina”.
Recostada se reclama el suelo
Elizabeth Ross
detalla que la idea fue inspirada por las pinturas rupestres en varias partes
del mundo, “un ser humano representado con los brazos levantados, puede ser
visto como alguien pidiendo algo, pero también como el árbol de la vida; un
puente que nos une con el cielo y la tierra. Esta forma la utilizó Alma
Mendieta en muchas de sus siluetas y es una referencia muy antigua, de cuando
los seres humanos estábamos conectados con la naturaleza y podíamos aprender en
unión con el mundo”.
Para ejemplificar
su discurso, la artista nos muestra una foto en que aparece ella recostada en
las ruinas arqueológicas de Teotihuacán, en lo que fue una escuela de
Guerreros, dicho acto es para “contraponer la energía femenina con la masculina”.
“La primera vez que pude usar esa figura fue en 1999, en ese momento me recosté en el suelo y marcamos mi silueta y la pintamos con barro. Fue una exposición sobre el barro y el maíz y el origen de México. Después volví a utilizar la forma hasta el 2004 con un grupo de artistas en Galicia, España."
Llegamos al Museo de arte Contemporáneo, había unas esculturas de Antony Gormley recostadas en el suelo, ahí me acosté y todo el mundo hizo lo mismo, como una acción colectiva. De ahí lo hice concienzudamente.
Desde esos años Elizabeth tuvo la fortuna de conocer el mundo,
en particular China y sus artistas. “He reclamado el suelo de algunos lugares,
como el Templo de Confusio”. Posteriormente vivió en España cinco años y viajó
por Europa. “De ahí fui a Turquía a una de sus mezquitas que ahora es museo con
una fuerte carga de energía. También he ido a Macedonia, a lugares que no
pensarías ir”.
“Siento la
necesidad de hacerlo, lo he hecho en Dublin y en lugares donde la energía
masculina predomina, como en Malinalco en su templo Guerrero, en templos
religiosos, es una forma de contraparte.”
Este gesto de la artista, señala “No es una forma de soberbia, es un acto a favor de la vida”.
Además, la
obra parte de la desconexión del ser humano con su mundo: “hemos permitido que
nos desconecten del planeta, la gente ya no ve el cielo, hay una capa de
concreto que nos separa, solo buscamos el bien común y matamos todo”.
En su obra la lucha feminista cumple un papel decisivo, al reconocer que su fuerza vital se levanta en contraposición con la fuerza masculina, “lo digo sin referirme al género masculino que nos ha desbordado desde las primeras civilizaciones; me refiero a la avaricia, al acto de tomar todo sin llenadera; la fuerza masculina es un sistema de muerte, de guerra”.
Paralelamente,
La visión de la artista llega a una Puebla con niveles altos de feminicidios a
lo que Elizabeth añade que el Estado tiene niveles muy graves de violencia,
como el Estado de México y Guadalajara, y se va extendiendo por varios países. “Si
no hay una reacción para solucionar los problemas es que hay colusión. Esos poderes
también están en el otro lado, el de la muerte. ¿Por qué no les interesa la
vida de las mujeres? Hay un choque cultural”.
Además, a este
contexto llega un nuevo presidente como Andrés Manuel López Obrador que se dice
diferente, pero que su discurso podrías ser contradictorio, a lo que responde
Elizabeth Ross: “Él está en una posición más compleja, en medio, con una visión
de país que es un poco atrasada. Debería estar buscando energías alternativas,
pero su intensión es en beneficio del país, ya que, si puede estar equivocado él
escucha, lo hace con consultas, con él sí es posible discutir. Eso no había
ocurrido antes. Tiene gente alrededor con otras visiones como Thatiana Clouthier,
no es el mesías caribeño.
De este modo
la obra de Elizabeth Ross, Reclaming The Ground, estará en la Galería de Arte
de Liliput, en la Diagonal 18 sur 4563, en la Ciudad de Puebla. La inauguración
se llevará a cabo el día viernes 18 de enero a las 19 horas. La entrada es
libre