En un contexto de tensiones comerciales y políticas migratorias tras su reciente llegada a la presidencia de Estados Unidos, el presidente Donald Trump aseguró que está manteniendo una relación cordial con México y que sólo buscan que otras naciones los traten de manera justa.
Fue durante su participación virtual en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, este 23 de enero, que el presidente estadounidense habló sobre la relación bilaterales con el país, ante el cuestionamiento de la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, sobre la reducción de burocracia.
“Con México, estamos acordando con México, vamos muy bien; sólo queremos que otros países nos traten de manera justa”, resaltó.
Al respecto, Trump destacó la importancia de un trato justo en las relaciones internacionales, contrastando una relación positiva con México y una crítica a Canadá, a la que consideró un socio comercial «difícil».
“Pero Canadá ha sido un país muy difícil de tratar a lo largo de los años, y no es justo que tengamos un déficit de 200.000 o 250.000 millones de dólares. No los necesitamos para fabricar nuestros coches (…) No necesitamos su madera porque tenemos nuestros propios bosques, etcétera, etcétera. No necesitamos su petróleo ni su gas. Tenemos más que nadie”, externó.
Durante su participación, también instó a las empresas globales a invertir en EUA, prometiendo los impuestos más bajos del mundo si deciden fabricar allí o, de lo contrario, tendrían que enfrentar altos aranceles al ingresar productos al país.
«Mi mensaje a cada empresa en el mundo es muy simple: vengan a fabricar su producto en América, y les daremos entre los impuestos más bajos de cualquier nación en la Tierra. Los estamos bajando sustancialmente.
«Si no fabrican su producto en Estados Unidos, lo cual es su prerrogativa, entonces simplemente tendrán que pagar un arancel, de montos variables».
Pese a la retórica positiva hacia México, cabe recordar que Trump ha propuesto aranceles del 25 por ciento a productos mexicanos a partir del 1 de febrero, lo cual ha generado preocupación entre los líderes mexicanos.
Con anterioridad, la presidente Claudia Sheinbaum ya había respondido a estas amenazas, buscando establecer un diálogo con la nueva administración estadounidense, que también ha iniciado una serie de políticas migratorias estrictas en su frontera sur.
