enero 31, 2025 4:40 pm
enero 31, 2025 4:40 pm

Trump declara emergencia energética en medio de crisis climática

En su toma de posesión, el presidente Donald Trump presentó un cambio radical en la política energética de Estados Unidos, declarando una “emergencia energética nacional” con el objetivo de maximizar la extracción de combustibles fósiles.

“¡Vamos a perforar, perforar y perforar!”, exclamó, argumentando que esta estrategia es necesaria para reducir los altos precios de la energía, combatir la inflación y recuperar la independencia energética del país.

La decisión llega en un momento en el que el sur de California enfrenta incendios devastadores atribuidos a la crisis climática, tras el año más caluroso jamás registrado.

Este periodo también estuvo marcado por dos huracanes masivos, Helene y Milton, que afectaron gravemente el sureste de Estados Unidos.

La administración Trump pretende agilizar los permisos para la exploración y producción de recursos energéticos, además de revisar normativas que, según el mandatario, “imponen cargas indebidas” a la industria.

Arturo Carranza, especialista en energía, afirmó que este enfoque prioriza los combustibles fósiles sobre las energías renovables, en contraste con la administración Biden, que promovió tecnologías sostenibles.
“Esto retrasará los objetivos de cero emisiones para 2050 y agravará los efectos de la crisis climática”, señaló.

Elena Ocampo, representante de la empresa energética Quartux, advirtió que este incremento en la producción podría impactar los precios internacionales del petróleo.

“Una mayor oferta en un contexto de menor demanda global, debido al auge de las energías renovables, podría generar una baja significativa en los precios”, explicó.

Retiro del Acuerdo de París


Horas después de su discurso, Trump firmó una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, cuyo objetivo es limitar el calentamiento global a 1,5°C.

Según Alonso Romero, experto en energía, esta decisión tendrá repercusiones graves en la transición energética mundial.

“Estados Unidos ya no financiará proyectos globales de transición, lo que complica alcanzar el objetivo de 300 mil millones de dólares en inversión anual necesario para mitigar la crisis climática”, afirmó.

Romero prevé que Trump utilizará la producción de energía como un arma geopolítica, priorizando la explotación privada sobre la innovación limpia, una postura que contrasta con la estrategia de países como China, líder en electromovilidad.

En paralelo, Trump prometió revocar el llamado “nuevo pacto verde” y eliminar los créditos fiscales para vehículos eléctricos.


Aunque no existe un mandato legal para estos vehículos, la Agencia de Protección Ambiental había fijado metas de ventas del 35% al 56% de autos eléctricos para 2032.

Elon Musk, CEO de Tesla y partidario de Trump, respaldó esta medida, que podría beneficiar a su empresa al reducir la competencia de fabricantes tradicionales.

El anuncio de Trump se produce en un contexto de creciente alarma científica. El planeta ya superó el umbral crítico de 1,5°C de calentamiento, lo que pone en peligro la capacidad de adaptación de los ecosistemas y las sociedades humanas.

Mientras Trump enfatiza el “oro líquido” como la solución para revitalizar la economía, expertos advierten que este enfoque intensificará los desastres climáticos, prolongará la dependencia de combustibles fósiles y socavará los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.

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