Las celebraciones de fin de año de 2024 y del comienzo de 2025 en Alemania fueron marcadas por miles de personas heridas y cinco que perdieron la vida, esto por el uso de los fuegos artificiales. Lo que llevó a que el Sindicato de la Policía Alemana (GdP) en Berlín lanzara una petición para la prohibición de los fuegos artificiales en manos de particulares, misma que ha sido firmada por más de un millón de personas.
Jochen Kopelke, presidente federal del sindicato policial GdP declaro: «para los jóvenes, ya no basta con la bengala. También ha dejado de ser el petardo legal», con lo que también denunció que este años se hizo uso de fuegos artificiales con «kugelbomben'» o también conocida como la «bomba de fuegos artificiales», mismo material que se encuentra restringido solamente a los espectáculos pirotécnicos profesionales y que al no ser usado de esa manera, dejó cientos de personas heridas y un hombre de 45 años que perdió la vida.
Solamente en Berlín, los bombero respondieron a 1,892 incidentes relacionados al uso de pirotecnia en esta Nochevieja, además de que se registraron 13 ataques directos contra trabajadoras y trabajadores de los servicios de emergencia y también se realizaron la detención de más de 390 personas.
A esto, se suma un oficial que fue gravemente herido por el impacto de un fuego artificial, así como unos niños de dos, once y catorce años, que por el uso de la pirotecnia sufrieron quemaduras en las manos y el menor de catorce perdió partes de una de sus manos.
Además, se suma el fallecimiento de un joven de 20 años que murió cuando prendía pirotecnia, otro de 24 años que manipulaba un artefacto pirotécnico y otra persona que murió por el uso de pirotecnia pero las autoridades no han revelado más información al respecto.
Por su parte, Deutsche Umwelthilfe, una organización ambiental alemana llamó nuevamente a la prohibición nacional de la venta privada de pirotecnia en Nochevieja, señalando que la Nochevieja fue «una noche de horror para innumerables personas».
Finalmente, distintos políticos y políticas públicamente se han sumando a este petición, mientras que especialistas señalan que la prohibición de fuegos artificiales en manos de particulares sería un primer paso histórico para el cuidado del medio ambiente, animales, así como de las personas.