Un potente terremoto de magnitud 7,7 sacudió este viernes el centro de Myanmar, alcanzando también a la vecina Tailandia, India y el suroeste de China.
El sismo, que tuvo lugar al mediodía hora local (06:00 GMT), ha producido una gran devastación, con numerosos edificios derrumbados.

Tan solo en Myanmar, las autoridades reportaron que hay al menos 144 muertos y más de 732 heridos, pero se teme que los números se eleven conforme avanzan las labores de rescate.
En la vecina Tailandia, los reportes iniciales indicaban que tres personas fallecieron tras el derrumbe de un rascacielos en construcción en la capital, Bangkok, donde hay al menos 81 obreros desparecidos.
El epicentro del terremoto se situó a 16 kilómetros al norte de la ciudad de Sagain y muy cerca de la segunda localidad de Myanmar, Mandalay, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
Cuatro réplicas menores, de magnitudes entre 4,5 y 6,6, se han sentido desde el primer temblor.
La junta militar birmana ha declarado el estado de emergencia en Naipidyió, la capital, y en otras cinco regiones del país.
Según los expertos, se trata del peor terremoto en casi 200 años.
El impacto en Tailandia
Ha sido especialmente fuerte en la capital de Tailandia, Bangkok, que se encuentra a unos 1.000 kilómetros del epicentro del sismo.
El temblor sembró el pánico en la popular ciudad, donde multitud de videos grabados por los residentes muestran cómo se balanceaban los rascacielos de su centro financiero, algunos convertidos en cascadas al desbordarse las piscinas de sus plantas superiores.
El caos en Myanmar
En Myanmar, las imágenes que llegan desde Mandalay, centro cultural y religioso del país y antigua capital real, muestran edificios derrumbados, personas heridas siendo tratadas en los hospitales y a decenas de viajeros aterrorizados en las pistas del aeropuerto durante el temblor.
Mandalay es el eje comercial de Myanmar, un punto fronterizo con varios países, entre ellos China, que ha llevado grandes inversiones ahí.
Más de tres millones de personas están internamente desplazadas, mientras que la ONU calcula que más de un tercio de la población necesita ayuda humanitaria. También se produce cuando Estados Unidos ha congelado la mayor parte de la ayuda exterior, lo que afecta tanto a los derechos humanos como a la ayuda humanitaria en Myanmar.
Aunque los países más afectados son Myanmar y Tailandia, la sacudida se ha sentido también en las regiones chinas de Yunnan y Sichuan, en India y en Vietnam.
Medios locales informaron de daños en los edificios de la ciudad china de Ruili, en la frontera con Myanmar, aunque también pudo sentirse en ciudades más alejadas como Kunming.
Un rascacielos de 23 pisos que se encontraba en construcción se derrumbó, atrapando a decenas de trabajadores en su interior.
La mayoría de los edificios que han quedado destruidos en Bangkok estaban en construcción, según un portavoz del ejército tailandés.