octubre 11, 2025 11:31 pm
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Semarnat va por reforma para que abejas no sean tratadas como ganado

En La Mañanera de este 29 de septiembre, la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Alicia Bárcena, señaló que —en la práctica normativa mexicana— las abejas están siendo tratadas en la ley como parte del “ganado” y que es necesario modificar la legislación para reconocerlas como polinizadores con protección específica.

En una entrevista anterior con Aristegui hace unos meses anunció dos líneas de acción concretas: (1) reforma a ordenamientos federales (mencionó la Ley General del Equilibrio Ecológico como uno de los instrumentos a revisar) para crear apartados de protección a polinizadores; y (2) la elaboración de una NOM para regular la dispersión aérea de plaguicidas.

No existe una frase explícita en la Ley General del Equilibrio Ecológico que diga “las abejas son ganado”. Sin embargo, instrumentos de carácter agropecuario y disposiciones sectoriales (leyes estatales de fomento apícola, la Ley de Organizaciones Ganaderas y normas de sanidad animal) han incluido históricamente la apicultura dentro de la regulación agropecuaria/pecuaria, lo que en la práctica las sitúa en el mismo marco operativo que otras especies explotadas por el hombre (bovino, ovino, etc.).

Algunas de las implicaciones que podría tener esta modificación son:

Protección regulatoria orientada a conservación: Un reconocimiento legal expreso de las abejas como polinizadores facilitaría políticas públicas específicas (protección de hábitats, corredores florales, control de plaguicidas) y asignación presupuestal para investigación y rescate apícola. Esto ya es la práctica en algunas leyes estatales de protección apícola.

Mejor control de plaguicidas y prácticas agrícolas dañinas: La NOM para la dispersión aérea permitiría prohibir o restringir aspersiones en franjas temporales o espaciales donde haya actividad de polinización, reducir deriva química y establecer sanciones administrativas o técnicas. La medida apunta a atacar una de las causas más documentadas de mortalidad masiva.

Incentivos a buenas prácticas apícolas y a la apicultura sustentable: Si se separa el régimen de “ganado”, podrían crearse programas de fomento específicos, certificaciones (apicultura orgánica, buenas prácticas apícolas) y medidas de apoyo económico a pequeños apicultores y comunidades indígenas que cuidan abejas nativas. Hay ya programas federales y reconocimientos de buenas prácticas en documentos de SENASICA.

Valor de la polinización: Las abejas contribuyen a la producción de numerosos cultivos (frutales, hortalizas, semillas) y a la biodiversidad. Protegerlas es proteger productividad agrícola y la seguridad alimentaria; la evidencia nacional e internacional muestra que pérdidas en polinización reducen rendimientos y calidad de cosechas. Fuentes gubernamentales señalan programas para vincular apicultura con seguridad alimentaria.

La intervención anunciada por Bárcena responde a un problema real y documentado: mortalidades masivas de abejas y la amenaza a la polinización por uso inadecuado de plaguicidas y pérdida de hábitat. Llevar a las abejas fuera del paraguas administrativo del “ganado” hacia un estatus legal que las reconozca como polinizadores protegidos podría facilitar políticas específicas de conservación, control de plaguicidas y apoyo a la apicultura. No obstante, la eficacia de la reforma dependerá de que las modificaciones legales vayan acompañadas de instrumentos sanitarios adaptados, recursos para vigilancia y políticas de transición para el sector agrícola.

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