“Hace mucho tiempo que no veía a nuestra ONU tan insignificante como ahora”, externó el presidente de Brasil, Lula da Silva, en un fuerte llamado dirigido hacia la inacción y aparente indiferencia hacia el genocio de Palestina.
El mandatario denunció la situación durante su discurso de apertura en la reunión del Nuevo Banco de Desarrollo, el banco de los BRICS (NBD), llevado a cabo en Río de Janeiro; lamentó y denunció la incapacidad de la Organización de las Naciones Unides sea incapaz de intervenir en el asesinato sistematico de Gaza.
“Una ONU que fue capaz de crear el Estado de Israel, pero no es capaz de crear el Estado palestino” puntualizó el mandatario, haciendo hincapie en la falta de acuerdo de un acuerdo de paz para detener la masacre.
Subrayó que el mundo no debe permanecer indiferente ante este genocidio que ocurre en tiempo real y condencó “la matanza indiscriminada de civiles inocentes y el uso del hambre como arma de guerra». La solución a este conflicto sólo será posible con el fin de la ocupación israelí y el establecimiento de un Estado palestino soberano dentro de las fronteras de 1967″, recordó.
Asimismo, señaló que los líderes mundiales no solo no han podido contener las crisis bélicas, sino que sus decisiones económicas han afectado a la comunidad internacional: “En un escenario global cada vez más inestable, marcado por el resurgimiento del proteccionismo, el unilateralismo y el impacto de la crisis climática”.
Como Lula, miles de personas han señalado la ineficiencia de la ONU ante la gravedad de la situación en Gaza. Cientos de usuarios continúan externando su indignación diariamente, mientras otros se movilizan por la visibilización y/o continúan campañas de apoyo para las familias que buscan sobrevivir ante el despojo de su espacio y la numerosas muerte privadas por las fuerzas de Israel.
En la reunión de BRICS participaron representantes de los 11 países miembros del grupo; se encontraron también los cancilleres de Rusia e Irán, así como el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, y el primer ministro chino, Li Quing.