Durante una declaración televisada en territorio Israelí, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, confirmó que será este martes junto a sus funcionarios de gobierno, que analizará un cese al fuego en Líbano junto a Hezbollah de al menos 60 días.
Poniendo en pausa, al menos a 14 meses de ataques armados; sin embargo, esto no significa que la guerra contra Palestina esté concluida, por lo que aún no se ven detalles de terminar las agresiones sobre el pueblo palestino, por lo que el genocidio lamentablemente continuará.
Los ataques más violentos se han producido en el centro de Líbano contra diversos edificios departamentales en Beirut, la capital de dicho territorio.
En el mundo, por las acciones y decisiones de Netanyahu han habido críticas de los medios occidentales, y la Corte Penal Internacional ha solicitado su detención por parte de las autoridades, enfrentando acusaciones por crímenes de guerra, en lo que es un genocidio,
Esta pausa, resulta en un alivio para la población que se encuentra en condiciones inhumanas.
Aunque la esperanza de la comunidad internacional se mantiene, aún existen puntos de discordia para alcanzar un acuerdo que sea respetado por ambas partes, porque la campaña militar de Israel se ha mantenido sobre territorio.
Por otro lado, el asunto más preocupante es reservarse el derecho de actuar en caso de que Hezbollah rompa el acuerdo, por lo que, de acuerdo con la información previa, la propuesta que se maneja es que miles de tropas libanesas y cascos azules de la ONU se desplegarían en el sur, y un panel internacional encabezado por Estados Unidos supervisaría el cumplimiento de todas las partes.
El Ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, dijo que el ejército atacaría a Hezbollah si la fuerza de paz de la ONU no proporciona una “aplicación efectiva” del acuerdo.