El multimillonario Elon Musk, propietario de Tesla y de la red social X (antes Twitter), calificó como «malvado» al primer ministro británico, Keir Starmer, en medio de una polémica que acusa al gobierno del Reino Unido, tanto al actual como a anteriores administraciones, de encubrir redes de abuso infantil.
La controversia surgió luego de que un usuario en X publicara una imagen de Starmer sosteniendo un diccionario de Oxford, en la que se mostraba una definición de «extrema derecha» como «palabras utilizadas para cualquiera que quiera justicia para niños violados en grupo». Musk retuiteó la publicación, añadiendo el comentario: «Starmer is evil» (Starmer es malvado).
El dueño de X ha intensificado sus críticas hacia el gobierno británico en los últimos días. El lunes, Musk publicó una encuesta en la plataforma preguntando si Estados Unidos debería intervenir en el Reino Unido para «liberarlo de este mandato tiránico». La encuesta recibió más de dos millones de votos a favor.
Figuras públicas, como la escritora J.K. Rowling y la ex primera ministra Liz Truss, han reaccionado a la controversia, sumando sus voces al debate en torno a las acusaciones de encubrimiento gubernamental.
Abusos masivos documentados en Rotherham
Entre 1997 y 2013, unas 1,400 niñas habrían sido víctimas de abuso sexual en la ciudad de Rotherham, de acuerdo con un informe publicado en 2014 por la académica Alexis Jay. La investigación señaló que los agresores eran, en su mayoría, hombres británicos de origen pakistaní, aunque también se mencionaron posibles implicaciones de personas de raíces kurdas y kosovares.
El caso de Rotherham no sería el único, ya que investigaciones posteriores revelaron que redes de abuso similares se habrían extendido durante la década de 2010 en ciudades como Manchester, Oxford y Bradford. Estas denuncias han generado cuestionamientos sobre la responsabilidad de las autoridades locales y nacionales en la falta de acción para detener estos crímenes.
La polémica sobre el encubrimiento y las declaraciones de Musk han puesto nuevamente en el centro de atención el debate sobre la respuesta gubernamental a los casos de abuso infantil en el Reino Unido.