Los hijos del Secretario de Defensa de los Estados Unidos (EUA), Pete Hegseth, parecieron incomodarse ante los comentarios de su padre contra los periodistas por el caso Signalgate 2.0.
El pasado 21 de abril, Pete Hegseth y su familia asistieron a la carrera de huevos de Pascua de la Casa Blanca y fue interrogado por la prensa sobre un artículo del New York Times que informaba que había creado otro chat de mensajería Signal que incluía a su esposa y su hermano. El periódico informó que Hegseth compartió detalles similares de un ataque aéreo militar de marzo contra los militantes hutíes de Yemen que se enviaron en otra cadena con los principales líderes de la administración Trump.

Cuando el funcionario emitió su invectiva a los medios, sus hijos reaccionaron haciendo muecas de sorpresa, disgusto y hasta de incomodidad, que fueron captados por las cámaras.
En redes sociales, pueden encontrarse videos sobre los ademanes de los niños, quienes se encontraban a espaldas de su padre cuando fue interrogado.
Un segundo chat
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, criticó este lunes la informacion que medios de comunicación han difundido sobre un supuesto segundo chat para discutir información militar.
Según Hegseth, la información de los medios de comunicación procedía de «fuentes anónimas de antiguos empleados descontentos», haciendo referencia a un artículo del “The New York Times” que afirmaba la existencia de un segundo chat de grupo de Signal en el que se compartía información sensible sobre los ataques estadounidenses en Yemen.
El artículo afirmó que Hegseth participó en un segundo chat, en el que estaban su mujer, su hermano y una docena de personas más. La presión sobre Hegseth aumentó cuando el ex portavoz del Pentágono John Ullyot publicó el domingo un artículo de opinión en el que describía el lugar de trabajo bajo el mando de Hegseth como desbordado por el drama y la rotación del personal. La situación era de «colapso total», escribió Ullyot, añadiendo que creía que la situación debería costarle el puesto a Hegseth.
«Desde filtraciones de planes operativos sensibles hasta despidos masivos, la disfunción es ahora una gran distracción para el presidente, que merece algo mejor de sus altos dirigentes», dijo Ullyot.
El pasado lunes, Hegseth ignoró las preguntas sobre Ullyot, e insinuó que los medios de comunicación eran los culpables de publicar las afirmaciones de antiguos empleados que estarían, según él, falsificando historias de forma malintencionada.
