enero 30, 2025 11:51 am
enero 30, 2025 11:51 am

Mexicanas vencen el Virus del Papiloma Humano

Por: Julio César Rojas.

Un grupo de 26 mujeres mexicanas logró eliminar el Virus del Papiloma Humano (VPH) y lesiones premalignas de cáncer cervical relacionadas con este virus mediante una Terapia Fotodinámica, desarrollada por la científica mexicana Eva Ramón Gallegos, profesora e investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

«Ahora debemos llevar este tratamiento a otras partes del país”, declaró la investigadora ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

¿Qué es la Terapia Fotodinámica?


La Terapia Fotodinámica es un tratamiento no invasivo que utiliza un fármaco especial aplicado en el cuello uterino. Cuatro horas después de la aplicación, la sustancia se transforma en un compuesto químico que se concentra en las células dañadas. Posteriormente, un láser activa esta sustancia, destruyendo únicamente las células afectadas sin dañar el tejido sano.


A diferencia de otros tratamientos, este procedimiento elimina exclusivamente las células dañadas y preserva las estructuras sanas. Por ello, representa una alternativa prometedora para disminuir la mortalidad causada por el cáncer cervicouterino.

Resultados del tratamiento

El tratamiento mostró una eficacia del 100 % en mujeres con VPH sin lesiones premalignas. En pacientes con lesiones premalignas, la eficacia alcanzó el 64.3 %, mientras que en aquellas con lesiones sin VPH, las redujo en un 57.2 %. Estos resultados se lograron tras la aplicación de una dosis doble del fármaco en un esquema de dos sesiones, separadas por 48 horas.


Además, la terapia demostró ser efectiva contra infecciones bacterianas comunes, como Chlamydia trachomatis, con una reducción del 80 % de la infección, y Candida albicans. Asimismo, no causó daño a la flora bacteriana saludable del aparato genital, garantizando la seguridad del tratamiento.
Impacto y proyección
El éxito de esta terapia representa un avance significativo en la prevención del cáncer cervicouterino. Su capacidad para reducir la mortalidad femenina, junto con su perfil de seguridad y la ausencia de efectos secundarios, abre un nuevo panorama para su aplicación en otros tipos de cáncer y enfermedades neoplásicas.

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