abril 16, 2025 2:58 am
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“La guerra entre Rusia y Ucrania es la guerra de Biden, no la mía”: Trump.

En un post de su red Truth Social, el presidente estadounidense declaró: “El presidente Zelenski y el corrupto Joe Biden hicieron un trabajo absolutamente horrible al permitir que comenzara esta farsa”.

Cabe recordar que el 30 de marzo , Trump sostuvo una entrevista en la Casa Blanca con su homólogo ucraniano, al cuál desde entonces descalificó simbólica y materialmente, al proponer un alto al fuego, mediante una propuesta que supusiera el cumplimiento de intereses materiales para Washington en detrimento de Ucrania.

La propuesta estadounidense estableció que EE.UU. recibiría el 50% de los ingresos por la explotación de recursos naturales ucranianos, incluidas infraestructuras como minas, puertos y ferrocarriles. La Administración Trump también exigió que Ucrania devolviera con intereses la ayuda militar otorgada durante la guerra, cifrada en más de 350.000 millones de dólares según el mandatario, aunque estimaciones independientes reducen el monto a menos de la mitad.

Zelenski confirmó que la nueva propuesta difería radicalmente de las anteriores y podría violar la Constitución ucraniana. El borrador otorgaba a EE.UU. el control mayoritario de activos estratégicos y un veto sobre la entrada de empresas extranjeras al sector minero, disposiciones que infringirían tanto la legislación nacional como las normas de la Unión Europea.

Hoy, Donald Trump ha vuelto a amenazar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al dirigirse a él con desprecio públicamente, criticando su constante búsqueda de adquirir misiles para hacerle frente a Rusia. Cuestionó la estrategia de Ucrania al afirmar: «Cuando empiezas una guerra, tienes que estar seguro de que puedes ganar la guerra», añadiendo: «No empiezas una guerra contra alguien que es 20 veces más grande que tú y luego esperas que la gente te dé algunos misiles», insinuando que el país no debería esperar apoyo militar tras enfrentarse a una potencia como Rusia sin garantías de victoria.

En este sentido cabría observar que el propio Trump ha sido ambivalente respecto a su papel con Ucrania a lo largo de su primer y segundo mandato. Esta declaración podría verse desde distintos ángulos, primero como una forma de ganarse el apoyo político entre una ciudadanía norteamericana cansada de guerras; segundo, como una forma de legitimar su figura presidencial alejándose de la imagen de Biden, consolidando una retórica pacifista (aunque ha sido bastante más parco con el genocidio en Palestina, dato curioso: también le es redituable); y tercero como una forma muy rentable de concluir un negocio con Rusia, si no es que, esa guerra siempre ha representado una mera transacción comercial entre potencias que ha dejado a uno y otro lado de las movibles fronteras miles de muertos, heridos y desplazados rusos y ucranianos. 

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