En un informe Human Rights Watch (HRW) acusó a Israel de cometer Actos de Genocidio contra los palestinos en Gaza, citando la privación deliberada de suministros de agua adecuados como un arma de guerra.
Según el informe, entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, Israel impidió el acceso de los palestinos al agua potable mínima recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que provocó miles de muertes y el brote de enfermedades como la polio y la diarrea.
La OMS establece que una persona necesita al menos 15 a 20 litros de agua al día en situaciones de emergencia, una cantidad que, según HRW, estuvo fuera del alcance de los más de dos millones de habitantes de Gaza.
El Banco Mundial y la firma Ipsos informaron que el 84% de la infraestructura de agua y saneamiento en Gaza fue destruida durante los enfrentamientos, agravando la crisis humanitaria.
Un ejemplo reciente fue la destrucción de un depósito de agua clave en Rafah, en el sur de Gaza, supuestamente captada en un video eliminado de redes sociales.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y COGAT, la agencia encargada de gestionar la ayuda a Gaza, rechazaron las acusaciones, calificándolas de “totalmente infundadas”.
Oren Marmorstein, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, aseguró que su gobierno ha facilitado el suministro de agua y ayuda humanitaria, además de garantizar el funcionamiento de la infraestructura hídrica restante.
HRW sostiene que los actos cometidos cumplen con la definición de genocidio según la Convención sobre el Genocidio y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
El relator especial de la ONU sobre el derecho al agua potable, Pedro Arrojo-Agudo, calificó la situación como una “flagrante violación del derecho internacional” que amenaza con dejar a toda la población de Gaza sin acceso a agua segura.
Mientras la crisis del agua continúa agravándose, las negociaciones entre Israel y Hamas para un posible alto el fuego parecen haber tomado un giro más positivo, según declaraciones recientes de ambas partes en Doha, Qatar. Sin embargo, fuentes internas advierten que aún existen obstáculos significativos por superar.
El impacto total de la crisis de agua en Gaza sigue siendo difícil de medir debido al colapso del sistema de salud y la falta de monitoreo adecuado, dejando a miles de palestinos luchando por sobrevivir en condiciones extremas.