Tras el día mundial de la población que se conmemoró el pasado 11 de julio, la Organización de las Naciones Unidas, emitió un informe donde afirmó que “las tasas mundiales de fertilidad están disminuyendo, lo que genera advertencias sobre un posible colapso poblacional”, a pensar de que en el mundo hay más de 8 mil millones de personas
En países como Corea del sur, la natalidad bajó al 0,81% a comparación de la década de los 70 que era del 4,53%; así como España con 1,19 a comparación del 2,90. También, países latinoamericanos como Costa Rica con el 1,53 a comparación del 4,59 en 1970. O Colombia con 1,72 a comparación del 5,28. Así como México, que en la década de los 70, contaba con una tasa del 6,83%, sin embargo, para 2022, bajó al 1,82%.
Según el documento, la población mundial se encuentra en la generación más numerosa con jóvenes de la historia. Y comparte ell informe de Estado de la Población Mundial del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) que muestra que el verdadero problema es la falta de autonomía reproductiva: muchas personas, especialmente los jóvenes, no pueden tener los hijos que desean.
La ONU, destacó en el documento de este año —2025— que la decadencia de la fertilidad y la construcción de familias, se debe a la falta de oportunidades y herramientas para forjar un futuro.
El texto intenta hacer conciencia sobre el “Empoderar a los jóvenes para que creen las familias que desean en un mundo justo y esperanzador”.
Decadencias como la inseguridad económica, desigualdad de género, atención médica y educación limitadas, perturbaciones climáticas y conflictos, son algunos de los factores que han afectado la maternidad. Una encuesta del UNFPA y YouGov a más de 14.000 personas en 14 países reveló que la mayoría deseaba tener más hijos, pero se lo impedían barreras sociales, económicas o sanitarias.
“Para responder eficazmente a las tendencias demográficas mundiales, los líderes deben priorizar las necesidades y las voces de los jóvenes. Necesitan más que servicios: necesitan esperanza, estabilidad y un futuro que valga la pena planificar. Como dijo un joven activista al UNFPA: «Los jóvenes no solo piensan en sus futuros hijos, sino en el mundo que heredarán». Defender sus derechos es fundamental para el desarrollo sostenible, la paz y la dignidad humana”. Afirmó la ONU en su documento.
Estudios hechos por la Universidad de Shizuoka en Japón y el Instituto de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Filipinas Los Baños, afirman que el nivel de reemplazo tradicional de 2,1 hijos por mujer no es suficiente para evitar la extinción y es necesaria una tasa de fertilidad de 2,7 hijos por mujer.
Países desarrollados como Japón, España y Corea del Sur tienen índices de fertilidad preocupantemente bajos, inferiores a 1,5 hijos por mujer. La población de Japón, por ejemplo, podría reducirse un 31 % en cada generación si estas tendencias persisten. No obstante, los autores aclaran que “la extinción no es un problema inminente teniendo en cuenta el tamaño de la población de estos países”.
En los últimos años, las mujeres han sido señaladas como culpables de la baja tasa de fecundidad global, este fenómeno muchas veces se relaciona con el empoderamiento y la autonomía femenina, sin embargo, las mujeres experimentan la fecundidad de manera diferenciada.
El informe señala que, desde el punto de vista de los hombres, la fecundidad es un símbolo de legado y prestigio social, mientras que para las mujeres, la fecundidad implica presión social, especialmente vinculada a las tareas de cuidado del hogar.
Según datos del informe de la UNFPA, en promedio el 56% de los hombres señalaron que detrás de la motivación por tener hijos se encuentra el “dar continuidad al apellido y proteger los bienes”, mientras que el porcentaje de mujeres es del 45%.
Fecundidad en México
Según datos del Banco Mundial, en 2023 la tasa de fecundidad en México fue de 1.6 hijos por mujer, mientras que en la década de 1960 la tasa de fecundidad era de 7.6.
En México, las personas encuestadas mencionaron que las principales dificultades a la hora de tener hijos son: restricciones económicas (35%), limitaciones relacionadas con la vivienda (23%), desempleo o precariedad laboral (21%), opciones de cuidado de los hijos insuficientes (14%).
Además, en 2023, nacieron más niños que niñas. En ese año se registraron 102. 7 hombres por cada 100 mujeres. Sin embargo, las mujeres siguen representando el 52% de la población total en el país.
“A las mujeres que comenzaron a tener menos hijos se les puede considerar pioneras”, señala Isalia Nava Bolaños, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. “Fueron mujeres muy escolarizadas y urbanas”.
Entre todos los factores que fueron importantes en la reducción de la tasa de fecundidad, destaca el de la educación, que permitió que las mujeres se sintieran más empoderadas, que tomaran sus propias decisiones, que participaran en el mercado laboral y en la sociedad ejerciendo sus derechos, algo que no era posible sin escolaridad”, dice la investigadora.
Y agrega: “Ahora también están más informadas en temas de salud y en el uso de los métodos anticonceptivos”.
Embarazo en adolescentes
Si bien se ha reducido la tasa de fecundidad, esta disminución no es pareja en todo el país: en algunos estados del sur la tasa de fecundidad es más alta que el promedio nacional.
A esto se suma el problema de los embarazos en adolescentes.
“Comparados con otros países, tenemos altas tasas de embarazo adolescente, con repercusiones negativas en la salud y la educación de la mujer, y, por lo tanto, en su inserción en el mercado laboral y en la posibilidad de contar con ingresos, así como en su desarrollo humano”.