El empresario Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, fue defraudado por un empresario ucraniano que se hizo pasar por un heredero de la acaudalada familia Astor. La estafa involucró un préstamo de más de 113.8 millones de dólares y la pérdida de acciones valuadas en más de 400 millones de dólares.
El modus operandi del fraude.
Vladimir Sklarov, el presunto cerebro detrás del esquema, operaba bajo el alias de Thomas Mellon, supuesto director ejecutivo de Astor Asset Management y descendiente de la familia Astor, conocida por su influencia en los negocios y la política de Estados Unidos y Reino Unido. A través de un artículo publicitario engañoso, Sklarov logró convencer a Salinas Pliego de que su empresa era legítima y estaba vinculada a la poderosa dinastía.
De acuerdo con fuentes periodísticas, en julio de 2021, el magnate aceptó un préstamo de 113. 8 millones de dólares, ofreciendo como garantía 416.3 millones de dólares en acciones de Grupo Elektra. Sin embargo, tras la firma del acuerdo, las participaciones comenzaron a venderse sin su autorización, y los fondos fueron transferidos a cuentas en Mónaco a nombre de familiares de Sklarov.
La respuesta legal y repercusiones
Salinas Pliego descubrió el fraude cuando las acciones de Elektra se desplomaron en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), lo que llevó a su suspensión temporal y posterior salida del mercado. En 2024, un tribunal británico emitió una orden para congelar los activos restantes vinculados al estafador ucraniano, quien intentó sin éxito revocar la medida.
El propietario de la televisora del Ajusco ha acusado a Sklarov de ser un delincuente en serie con antecedentes en fraudes similares contra instituciones como Rothschild & Co y Barclays, donde también utilizó identidades falsas.
Declaraciones y consecuencias
En un comunicado, Grupo Salinas afirmó que confía en que Sklarov “será expuesto ante las cortes” y denunció sus intentos de evadir la justicia mediante tribunales en Mónaco.
Mientras tanto, las acciones de Elektra siguen en suspenso y Salinas enfrenta desafíos legales y financieros para recuperar lo perdido.
Este caso destaca los riesgos de los esquemas de préstamos respaldados por acciones y la satisfacción de los fraudes internacionales, incluso para figuras empresariales con experiencia.