La fiscal general de los Estados Unidos de América, Pamela Bondi, ordenó a los fiscales federales en New York buscar la pena de muerte para Luigi Mangione, el joven de 26 años que, en diciembre del año pasado, mató de un disparo a Brian Thompson, director ejecutivo de la compañía de seguros UnitedHealthcare.
«El asesinato de Brian Thompson —un hombre inocente y padre de dos niños pequeños— por parte de Luigi Mangione fue premeditado y a sangre fría que conmocionó a Estados Unidos. Después de una cuidadosa consideración, he ordenado a los fiscales federales que pidan la pena de muerte en este caso mientras llevamos a cabo la agenda del presidente Trump para detener los crímenes violentos y hacer que Estados Unidos sea seguro de nuevo», declaró Bondi en un comunicado.
Mangione enfrenta cargos como homicidio en segundo grado, posesión de armas y falsificación de documentos; y desde el inicio de su proceso ha sostenido su declaración de «no culpable».
El caso de Mangione ha tenido una gran notoriedad desde el inicio, tanto por el impacto que causo dentro del mundo empresarial, como por la admiración que causó entre quienes lo consideran un ídolo «vengador» de las clases populares contra quienes se enriquecen bloqueando los tratamientos médicos de las personas que más lo requieren, llegando al grado de que la campaña de recaudación para su defensa ha superado los 640.000 dólares. Además, el estado de New York sumó sensacionalismo al desplegar aparatosos y traslados del acusado, que confirman que su castigo tiene un peso simbólico para las autoridades estadounidenses.
