En las últimas horas, aviones de guerra estadounidenses bombardearon Yemen, en particular, la capital del Saná, su capital.
Medios de comunicación, informaron sobre un ataque previo, realizado este miércoles contra Saná, en donde resultaron heridas al menos siete mujeres y dos menores de edad que se hallaban dentro de un edificio en construcción.

También, el sábado 15 de marzo, el gobierno de Estados Unidos llevó a cabo una operación militar en Medio Oriente. En coalición con el gobierno de Inglaterra, en donde realizaron un bombardeo a gran escala contra los rebeldes chiíes hutíes de Yemen en donde al menos murieron 53 personas en 24 horas, según el ministerio de Salud yemení, controlado por los hutíes.
Hasta el domingo 16 de marzo, se reportaban al menos 50 muertos, la mayoría mujeres y niños. E. U. A. aseguró que estos ataques tienen la intención de eliminar al liderazgo del movimiento Ansar Allah. Sin embargo, el movimiento aseguró que decidirá y continuará su solidaridad con Gaza, donde el gobierno de Israel comete un genocidio con complicidad de E. U. A y otros países.
Desde el 7 de octubre a la fecha, Israel asesinó a 49.547 gazatíes, mientras cientos de miles están heridos y decenas de miles se reportan como desaparecidos.
Un ataque perpetrado desde la Casa Blanca
Esta nueva ola de bombardeos se produjo minutos después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtiera de que Irán debe desistir de apoyar a los hutíes, y amenazó a estos últimos de «aniquilados» si no cesan los ataques contra Israel y el mar Rojo.
Trump escribió en su red social, Truth Social, que se ha hecho «un daño tremendo» a los hutíes y recalcó que «la situación empeorará progresivamente”. Sin embargo, los rebeldes anunciaron la semana pasada que reanudarán sus operaciones militares contra barcos israelíes o vinculados al Estado israelí si no se permitía el acceso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, donde Israel ha reanudado sus ataques a gran escala.
Asimismo, este miércoles afirmaron haber atacado por cuarta vez, en 72 horas, el portaaviones estadounidense USS Harry S. Truman en el mar Rojo, mientras que el martes volvieron a lanzar un misil balístico hipersónico contra una base aérea en Israel.