La Oficina de Prensa del Vaticano informó que este viernes el Papa León XIV recibió una llamada del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, un día después de que el ejército israelí bombardeara la iglesia de la Sagrada Familia de Gaza. Durante esta comunicación, el pontífice reiteró su llamado urgente a que se detengan los ataques que han provocado la muerte de 58 mil 667 palestinos desde octubre de 2023 a la fecha, y se reactive el proceso de negociación para el cese definitivo del fuego.
El líder de la iglesia católica le dijo a Netanyahu que “es hora de poner fin a esta masacre”, según lo confirmó el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, quien fue contactado posteriormente por León XIV para hacer de su conocimiento lo platicado con el responsable de esta agresión que mató a tres personas y dejó una decena de heridos en la única iglesia católica de la Franja de Gaza, que desde el inicio de este episodio del genocidio se ha convertido en refugio para más de 500 personas, en su mayoría mujeres, niños, ancianos y enfermos.
“La dramática situación humanitaria de la población en Gaza exige una respuesta urgente. El precio de esta guerra lo están pagando los más vulnerables: los niños, los ancianos y los enfermos”, señala el comunicado del Vaticano.
El bombardeo se produjo el pasado 17 de julio, cuando fragmentos de un proyectil disparado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), las cuales aseguran que el impacto fue «accidental» y que el incidente está bajo investigación interna.
El Patriarcado Latino de Jerusalén emitió calificó el ataque como “una violación inadmisible del derecho internacional humanitario”, mientras que el Papa exigió garantías de seguridad para los civiles cristianos y musulmanes atrapados en Gaza y señaló que “el respeto por los espacios sagrados y la dignidad humana debe ser inquebrantable, incluso en tiempos de guerra”.
Finalmente, el comunicado del Vaticano indica que en los próximos días enviará una delegación humanitaria a Gaza, como solidaridad con la comunidad cristiana de esta región en la que quedan pocos sitios de culto en funcionamiento.
