“La organización alemana Terre de Femmes lanza iniciativa que evidencia el impacto del acoso callejero en figuras femeninas, mostrando el desgaste que las estatuas presentan en zonas determinadas del cuerpo. “El acoso sexual deja huella».
Comentarios, persecuciones, amenazas, e incluso contacto físico no deseado, son algunas de las experiencias que sufren las mujeres a lo largo de toda su vida sin importar edad. Esta es una realidad cotidiana que ahora también se ve reflejada en estatuas que representan a figuras femeninas.
Es por esta razón que la organización Terre de Femmes, una asociación alemana centrada en la defensa de los derechos humanos de las mujeres ha decidido lanzar la campaña “Unsilence the Violence” («sacar del silencio a la violencia”), la cual denuncia el acoso sexual contra las mujeres.
La campaña está centrada en ejemplificar el acoso sexual callejero, mostrando tres estatuas femeninas de bronce que presentan desgaste por el constante ‘toqueteo’ que les hacen los visitantes en determinadas partes del cuerpo.
Con el lema “El acoso sexual deja huella”, se colocaron grandes pancartas blancas detrás de estas esculturas como parte de la campaña. Con esto se busca concientizar sobre esta problemática, evidenciando el desgaste visible que presentan estas estatuas, cuyos pechos muestran una tonalidad más clara debido a los constantes manoseos que han recibido a lo largo de los años.
Figuras femeninas como la de Julia Capuleto en la Marienplatz en Múnich, la estatua de “La Juventud” de Hoetgerhof en Bremen, y la estatua de “La Señora del Rin” En la Fuente de Neptuno en Berlín, hacen hincapié en el impacto duradero del acoso que sufren tanto las esculturas como las víctimas reales.
“Le han tocado los pechos con tanta frecuencia que los siglos de desgastes son claramente visibles”, afirma Sina Tonk, jefa del departamento de Terre Des Femmes a través de un comunicado en su página web. “El acoso sexual es un problema que con demasiada frecuencia se trivializa o se ignora. Debemos trabajar juntos para garantizar que se escuchen las voces de las víctimas y que los perpetradores rindan cuentas”, añadió.
La exhibición de los carteles incluye la posibilidad de usar códigos QR para que los transeúntes puedan acceder a breves grabaciones de audio que permiten que las estatuas hablen.